Heliesquí: riesgo, emoción y aventura en la nieve

Para practicarlo hay que ser un consumado esquiador, un amante de las emociones fuertes... y tener una 'economía desahogada'

¿Es usted aficionado a la práctica del esquí y le gustaría experimentar la emoción de una aventura única? ¿Ha oído hablar alguna vez del heliesquí? Pues bien, esta especialidad, que consiste en ser trasladado por un helicóptero a zonas de montaña inaccesibles para deslizarse por pendientes de vértigo sobre nieve virgen, es una modalidad que ha cobrado en los últimos años un inusitado interés.

Y muy especialmente en las montañas de Canadá, concretamente en Whistler, considerada por muchos como la mejor estación de esquí del mundo.

Ahora bien, todo aquel que se anime a practicarla ha de cumplir tres requisitos básicos: ser un consumado esquiador, ser un amante de las emociones fuertes y, por supuesto, disponer de un abultado presupuesto, porque cumplir con este sueño sale realmente caro.

Existen agencias especializadas en este tipo de deporte, donde además de contar un guía experto que acompaña a los esquiadores en el helicóptero hasta la zona de descenso, proporcionan el equipo y unas cuantas lecciones sobre seguridad.