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En torno a la plaza Jemma el-Fna de Marrakech, Patrimonio de la Humanidad, gira el ritmo de la ciudad de día y de noche.

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La plaza Jemaa el-Fna es todo un universo de vida, sensaciones y aromas por donde se mueven músicos, acróbatas, adiestradores de monos, tatuadoras de henna, pitonisas… entre puestos de comida donde venden tajines de verduras, carne de camello, pinchos morunos, dátiles… / © Shutterstock.

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El hotel Raddison Blue Carré Eden es el cinco estrellas más nuevo de la ciudad, acaba de abrir sus puertas, está situado en una de las grandes avenidas comerciales de la ciudad, la de Mohamed V, en el barrio de Guéliz, y tiene todo lo que uno puede necesitar para una estancia de lujo.

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Habitación Business Class del hotel Raddison Blue Carré Eden, en Marrakech.

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La muralla de Marrakech rodea por completo la Medina, la ciudad antigua, y una extensión de unos 19 kilómetros y entre 8 y 10 metros de altura / © Eva de la Parra.

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Mezquita de la Koutobia, Marrakech / © Eva de la Parra.

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El minarete de la mezquita de la Koutobia es el más alto de Marrakech y sirvió de modelo para la Giralda de Sevilla.

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Entrada a la medina de Marrakech / © Eva de la Parra.

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Las tumbas saudíes de Marrakech ­reúnen los restos de unos sesenta miembros de la dinastía Saadí / © Eva de la Parra.

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Jardines del palacio de la Bahía, Marrakech / © Eva de la Parra.

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Mosaicos del palacio de la Bahia de Marrakech.

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En las 8 hectáreas de extensión del palacio de la Bahía se ubican 150 habitaciones abiertas a diferentes patios y jardines / © Eva de la Parra.

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El harén del palacio de la Bahía de Marrakech incluye un gran patio decorado con un estanque central y  rodeado de habitaciones destinadas a sus concubinas / © Eva de la Parra.

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Una de las salas del palacio de la Bahía, Marrakech / © Eva de la Parra.

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Especias en el zoco de Marrakech.

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Zoco de Marrakech / © Eva de la Parra.

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Le Marocain, el restaurante marroquí de La Mamounia, Marrakech.

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Diseñado por el artista francés Jacques Majorelle, el diseñador Yves Saint Laurent y su pareja adquirieron el jardín Majorelle y su casa-taller de Marrakech para vivir, instalar el Museo de arte islámico con parte de su colección privada y convertirlo en un jardín botánico con especies vegetales de los cinco continentes.

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