Una cocina contundente basada en los productos silvestres y en recetas de toda la vida con un toque de vanguardia. En Polonia el comer es un placer. Y también el beber: cerveza artesanal, el famoso vodka de mil y un sabores, y un licor con partículas de oro que ha conquistado a Sarkozy. Es lo que ofrece la ciudad de Gdanks y sus alrededores en una ruta para paladares exigentes.