Un recorrido por los pueblos de La Vera y un lugar perfecto para desconectar
La comarca cacereña de La Vera tiene un entorno único. Una naturaleza que invita a salir al campo, a recorrer sus rutas senderistas, sus gargantas y apuntarse a todo tipo de actividades al aire libre, también una gastronomía de sabores auténticos y, para completarlo, unos pueblos de postal. El mejor punto de partida para descubrirla: Jarandilla de la Vera. Y un lugar para el descanso: La Posada de los Sentidos.
De calles estrechas y empedradas, casas cuyos balcones prácticamente se tocan entre sí sin dejar apenas espacio para que pase el sol, fuentes centenarias de piedra y regueras están repletos los pueblos de esta comarca extremeña asentada en la vertiente sur de la sierra de Gredos y a menos de dos horas de Madrid.
Cada pueblo tiene su encanto, sus rincones, pero paseando por ellos en todos se ve un respeto por la arquitectura popular. Son la piedra, el adobe y la madera los que dan forma a sus cascos antiguos, de los cuales cinco se han ganado, por méritos propios, ser conjunto histórico-artístico. Entre gargantas se puede ir trazando una ruta que pasa por Villanueva de la Vera, Pasarón de la Vera, Garganta la Olla –con sus curiosas balconadas–, Valverde de la Vera –donde el paseo va acompañando las regueras que canaliza el agua que baja de las montañas a las huertas– y Guijo de Santa Bárbara abrigado por la Sierra de Gredos. Un pequeño pueblo en el cual se dice nació Viriato, líder de los lusitanos en la lucha contra Roma. Cada año, a finales de mayo, el pueblo se viste de gala para rendirle homenaje en un fin de semana cargado de actividades: animación por las calles, mercado Vettón, actuaciones en directo… para finalizar la ruta en Cuacos de Yuste y descubrir, entre castaños y robles, el monasterio en el que el emperador Carlos V llegó para morir cansado de mil batallas.
A Jarandilla de la Vera también llegó el monarca antes de retirarse a Yuste. Y hasta él merece la pena acercarse hoy para, enmarcada en un entorno natural privilegiado, pasear por sus calles, visitar la iglesia de Nuestra Señora de la Torre y admirar la antigua residencia de verano de los Condes de Oropesa, que le sirvió de descanso.
Es en Jarandilla donde también se encuentra el mejor lugar para reponer fuerzas: La Posada de los Sentidos (Tel. 635 42 97 79), una antigua casa convento de la orden de los jesuitas construida allá por el siglo XVI y con vistas a la sierra de Gredos que hoy sirve de alojamiento rural de categoría cuatro estrellas. Nada más atravesar su puerta se adivina el afán de la familia Faura por recuperar el patrimonio arquitectónico, por eso para su reforma se han utilizado las mismas técnicas y materiales originales: la piedra, la madera y el adobe, pero también su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente.
La casa es alegre, muy acogedora y en sus 280 m2 se distribuyen cinco habitaciones con baño privado y, como zonas comunes, sala de estar, bodega, cocina y un jardín donde sentarse a la fresca. Gusta la nota de color que se le ha dado sus estancias, lo que resulta muy acogedor, y además es combinación que tan bien resulta de combinar el estilo rústico de la construcción con un montón de elementos modernos y desenfadados.
Por su ubicación, La Posada de los Sentidos, es además un lugar desde el que disfrutar de una verdadera experiencia gastro, degustando los productos extremeños típicos de agricultores y ganaderos locales o apuntándose a algunos de los talleres que proponen: uno dedicado a aprender el arte del corte de jamón, una cata de vino en la bodega… Pero, sobre todo, la casa es una buena base de operaciones para descubrir todas las posibilidades de este entorno: el Parque Nacional de Monfragüe, la ruta de Carlos V entre Tornavacas y Jarandilla, las fiestas de interés, los recorridos a caballo o a pie, las gargantas… Todas las posibilidades para unos días muy entretenidos en la comarca de la Vera. Y si todavía no tienes planes para las fechas navideñas siempre puede ser una opción perfecta para vivir una Navidad diferente.