Una aldea canaria para unas vacaciones auténticas todo el año frente al mar
Villas para familias, deporte, tranquilidad y placeres gastronómicos en el Hotel Suite Villa Maria.
En otoño, por supuesto, pero el resto del año, la isla de Tenerife siempre es una opción para una escapada para dos, para unos días cerca del mar con la familia o con los amigos. Hay lugares que además suman vistas, encanto arquitectónico y espacios para relajarse y vivir unos días de inmersión canaria, como el Hotel Suite Villa María.
En realidad, es un hotel, pero tiene la misma configuración que una aldea tradicional del archipiélago, porque es en ellas en las que se ha inspirado. Un pequeño pueblo agrupado en torno a una gran plaza y recorrido por calles arboladas, formado por 78 villas dúplex, con jardines independientes y habitaciones en suite que hacen sentirse como en casa, porque además es un alojamiento cinco estrellas.
Y como en todos los pueblos, el conjunto tiene también sus particularidades, su estilo. Hay villas señoriales, con balcones de madera y fachadas de pizarra que muestran la solemnidad de las grandes casas solariegas de los siglos XVI y XVII construidas en las primeras ciudades canarias, como La Laguna o el barrio de Vegueta de la capital grancanaria. Otras rurales, con sus característicos porches de madera rística y paredes de piedra de rugosos encalados. También están las que están inspiradas en el legado que César Manrique dejó en su tierra, Lanzarote, con paredes blancas y carpintería de madera de color verde; las coloniales, que nos transladan al siglo XIX y a la influencia de los primeros británicos que moraron en el archipiélago, con su inconfundible estilo. Y no faltan ni las villas modernistas ni las neoclásicas, que retrotraen a principios del siglo XIX. Como villa especial, la Villa Fusión, una conjunción de todos estos estilos que aúna toda la riqueza artística y cultural de la arquitectura canaria en una única villa.
Eso en cuanto a estilo, pero en cuanto a disposición, las hay para románticas escapadas de parejas, con un dormitorio y un íntimo jardín, incluso con jacuzzi; otras para pequeñas familias y grupos de amigos, con dos plantas y dos dormitorios; también de tres habitaciones con piscina privada y vistas sobre el mar y el campo de golf y la más exclusiva Villa Bellavista, con el mayor de todos los jardines privados del hotel, decorado con muebles de diseño y una magnífica piscina privada climatizada y una impresionante jacuzzi exterior para seis personas.
Si la intimidad de las villas y de los amplísimos espacios ajardinados garantizan un auténtico remanso de paz, para mantenerse activo nada como disfrutar de la naturaleza de su entorno al aire libre jugando al golf, porque el Hotel Suite Villa María tiene acceso directo al campo Costa Adeje.
Lo que es una auténtica tentación es el apartado gastronómico del hotel, desde los desayunos, acompañados siempre con una copa de champán, a la cocina fusión de su restaurante La Torre, basada la cocina canaria más auténtica y sus productos más autóctonos. Todo para disfrutar de unos días otoñales diferentes en un lugar especial de Costa Adeje.