Viaje al mundo de las letras, los mejores planes para celebrar el Día del Libro
Tierras que inspiran, paisajes de novela, bibliotecas que enamoran, bares donde devorar libros... Os contamos, de puño y letra, sugerencias para la ocasión.
TIERRA DE GIGANTES
Y viajamos “allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes”. Allí, a Campo de Criptana, en Ciudad Real, donde de aquellos gigantes perviven tres, que conservan la estructura y mecanismo originales, cerrando el grupo otros siete de construcción más moderna. Hay que verlos por dentro y por fuera. Una manera perfecta para celebrar la fiesta de los libros: el paisaje ventoso, amplio y callado que inspiró a Miguel de Cervantes. Y en este pueblo manchego no hay que perderse el cerro de la Paz y el Albaicín criptano, con sus casas blancas encaladas y el zócalo añil, que acogieron en el siglo XV a los moriscos expulsados de Granada. Todo un viaje en el tiempo del narrado en los libros.
LIBROBARES EN MADRID
Qué mejor que combinar en el Día del Libro lectura y ocio. Es lo que ofrecen los librobares de la capital, como la coqueta tienda-librería de Malasaña Tipos Infames (tiposinfames.com), donde se puede tomar una copa de su mimada carta de vinos o una cerveza artesana mientras curioseas (y comprar) alguno de sus libros de narrativa independiente. En la librería y el restaurante de La Fábrica (lafabrica.com), justo detrás del CaixaForum, la idea es rebuscar alguno de últimos títulos de fotografía de su catálogo antes o después de cenar. Mientras que la librería Ocho y medio, especializada en cine frente a las salas de Martín de los Heros, es perfecta para tomar una caña de película en su terraza.
UN TOUR BIBLIÓFILO
El amor por los libros es también puramente físico. ¡Quién no cae rendido ante su hermosura en alguna de las maravillosas bibliotecas repartidas por España! Son irresistibles las que atesoran los grandes monasterios, auténticos centros del saber durante la Edad Media, como la del monasterio de Yuso, en San Millan de la Cogolla, La Rioja, donde nació el castellano. Es imprescindible la de la Universidad de Salamanca, que tiene el honor de ser la biblioteca universitaria más antigua de Europa y está llena de primeras ediciones de clásicos. La de Jerez de la Frontera, heredera del afán británico por expandir la cultura, cuenta con un fondo que se remonta al siglo XV. La biblioteca Arús (bpa.es), fundada a finales del siglo XIX y con una decoración que remite a la masonería, es uno de los secretos mejor guardados de Barcelona, que esconde también la espectacular biblioteca de la Universidad Pompeu Fabra, ubicada en el Dipòsit de les Aigües, de 1888. Y en Madrid, nos enamoramos de la reciente biblioteca Eugenio Trías, que ocupa el lugar de la antigua Casa de Fieras del Retiro, donde los huecos de las rejas de las jaulas han sido sustituidos por unos cubos transparentes que invitan a bucear por las letras.
URUEÑA, LA VILLA DEL LIBRO
El viajero bibliófilo tiene también una cita ineludible en Urueña, un pequeño pueblo de Valladolid con poco más de 200 habitantes... y una docena de librerías fabulosas, que este fin de semana sacan sus tesoros en el mercado de libros de la plaza, que estará animada por conciertos y actividades culturales. Por algo la nombraron en 2007 Villa del Libro. Pero en Urueña hay mucho más: un museo de Campanas con piezas de los siglos XV al XX, una enoteca con vinos con denominación de origen de Valladolid, el museo de la Música y del Gramófono, una espectacular muralla que rodea la ciudad y el impresionante castillo de Doña Urraca, levantado en el siglo XII sobre una fortaleza romana, que ha inspirado, cómo no, muchas novelas y romances.
TRAS LOS PASOS DE MACHADO Y MIGUEL HERNÁNDEZ
Una estatua de Antonio Machado en la calle San Pablo de Baeza, Jaén, recuerda que el camino del poeta tuvo un alto en esta ciudad Patrimonio de la Humanidad entre los años 1912 y 1919, época en la dio clases de francés en el Instituto General y Técnico, hoy IES Santísima Trinidad, flanqueado por el Palacio de Jabalquinto, sede Antonio Machado de la Universidad Internacional de Andalucía. A pocos pasos, la plaza de Santa María y la catedral le inspirarían para escribir el poema Apuntes. No es extraño: cada rincón de esta joya renacentista parece creada para dejarse admirar. También otro poeta del 27 se dejó seducir por tierras jieneneses. El Museo Miguel Hernández (museomiguelhernandez.es), en la localidad jiennense de Quesada, de donde era su mujer, Josefina Manresa, repasa su trayectoria a través de objetos personales, como su máquina de escribir o la maleta con la que recorrió España.