En busca de lo que todo el mundo habla esta Semana Santa en Oviedo
¿Y sabes qué es? Pues el Santo Sudario, el mismo que envolvió el rostro de Cristo y que se guarda en la Cámara Santa de la catedral. El recorrido nos lleva a descubrir, desde el monte Naranco hasta el casco viejo de la ciudad, un puñado de tesoros del Prerrománico asturiano.
MONTE NARANCO
El recorrido puede comenzar en el Centro de Interpretación del Prerrománico Asturiano, donde a través de paneles, piezas y maquetas se explica de manera rigurosa este arte declarado Patrimonio de la Humanidad. Junto a él se encuentra Santa María del Naranco, una de las dos joyas prerrománicas que adornan la ladera del monte Naranco, mandada construir por Ramiro I como palacio, y una de las más representativas de este arte. Santa María nada tiene que ver con la austeridad que imperaba en la época. Tiene esbeltas proporciones, dos pisos, uno inferior con una estancia cuyo uso se desconoce y, en el superior, una gran sala para las audiencias con dos miradores, uno a cada lado, con capiteles ricamente labrados y elementos decorativos por doquier.
A un centenar de metros se encuentra la iglesia palatina que el mismo rey astur consagró en el 848: San Miguel de Lillo (tel. 638 26 01 63. santamariadelnaranco.blogspot.com), que fue tres veces más grande de lo que se puede ver en la actualidad pero que le basta y le sobra, para ser otra de las maravillas de este arte. En ella destaca una interesante labor escultórica, especialmente en las jambas de la entrada y en sus basas, capiteles y columnas.
Más arriba aún, bien a pie por un sendero, o en coche, se llega a la monumental estatua del Sagrado Corazón que corona el monte Naranco, y al mirador que brinda la mejor panorámica de Oviedo y de buena parte del verde paisaje que la enmarca. Es más, hasta se puede llegar a ver el mar. Frente a él, en la cordillera del Aramo, el Montsacro, donde, según cuenta la leyenda, se guardaron en el Arca Santa las reliquias que hoy se exponen en la Catedral.
SAN JULIÁN DE LOS PRADOS
Bajando por una sinuosa y atractiva carretera que enlaza con la zona más urbana de Oviedo, se bordea la ciudad para llegar al tercero de los tesoros de este nuevo arte que aportó soluciones geniales a la arquitectura medieval: San Julián de los Prados, también conocido como Santullano. Tioda, el arquitecto de Alfonso II el Casto, lo levantó entre los años 812 y 842 junto a su palacio extramuros y tiene entre sus méritos ser uno de los mayores templos prerrománicos del mundo y, sobre todo, guardar en su interior el mejor conjunto de pinturas murales de toda la Alta Edad Media. Domingos y festivos cerrado. Los horarios son muy limitados (tel. 607 35 39 99).
CASCO ANTIGUO
Ya en la ciudad, el casco antiguo concentra toda la esencia de Oviedo, la de ayer, cuando fue fundada por dos monjes en los más remotos tiempos medievales, y la de hoy. En el paseo, lo mismo salen al encuentro restos de la muralla medieval que rincones en los que rastrear el perfil decimonónico de aquella antigua Vetusta descrita por Clarín en La Regenta. Asimismo se pueden contemplar palacios monumentales, fuentes -como la prerrománica de La Foncalada- con más de mil años de antigüedad, plazas animadas como la del Fontán, con sus terrazas y su mercado; reclamos tan poderosos como los museos de Bellas Artes y Arqueológico y lugares tan llenos de vida como las calles de Cimadevilla y La Rúa en las que sentirse uno más de los privilegiados ovetenses.
LA CATEDRAL
Después de admirar el muro testero de la Iglesia de San Tirso, peculiar vestigio prerrománico, los pasos llevan irremediablemente al templo catedralicio, una maravillosa obra del gótico flamígero, puesta al día, en la que entretenerse una o mil horas, aunque es su Cámara Santa, la gran joya prerrománica. Levantada por el piadoso rey Alfonso II como Capilla Real para posteriormente custodiar las Santas Reliquias que vinieron de Jerusalén, bajo la cual se encuentra la cripta dedicada a Santa Leocadia, guarda el Arca Santa, en la que se escondieron estas durante siglos en el cercano Montsacro. Además del Arca Santa, la Cruz de la Victoria, la Cruz de los Ángeles y la Caja de las Ágatas en el presbiterio, y las románicas esculturas en piedra de los Apóstoles, en la nave, se puede ver un fragmento del Lignum Crucis (madero de la Cruz), varias espinas de la Corona de Cristo, la sandalia de San Pedro, pero, sobre todo, un tesoro que se guarda como oro en paño en una cámara acorazada tras su facsimil: el Santo Sudario, lienzo que cubrió el rostro de Cristo muerto, junto a La Sábana Santa de Turín (que envolvió el cuerpo muerto de Jesucristo), y cuyo original se puede admirar estos días de Semana Santa. Una reliquia que ha convertido este templo en un importante centro de peregrinación y en una parada imprescindible en el Camino de Santiago. Que ese rey llamado el Casto haya pasado a la historia como el primer peregrino a Compostela y que la Catedral de Oviedo sea el comienzo del Camino primitivo algo tuvo que ver en ello.
NO DEJES DE… Dar un paseo por la zona más comercial de la capital de Asturias, que arranca en la plaza de la Escandalera -a la que se asoma el Teatro Campoamor –escenario de entrega de los Premios Princesa de Asturias-, por el Campo de San Francisco, el pulmón verde de Oviedo que lleva a la calle Uría, la de las compras, y la de la mejor arquitectura del finales del siglo XIX y principios del XX. En el camino nada más gratificante que ir en busca de las esculturas a escala humana que, de Woody Allen a Mafalda, decoran muchas de las calles y plazas de esta urbe moderna y rehabilitada con inteligencia y animan a retratarse junto a ellas.
GUÍA PRÁCTICA
DÓNDE DORMIR
En el Ayre Ciudad de Oviedo [ayrehoteles.com], un cuatro estrellas integrado en el espectacular complejo de Santiago Calatrava que engloba además, el Palacio de Congresos y un centro comercial. En el Eurostars Hotel de la Reconquista [eurostarshoteldelareconquista.com], un símbolo en la ciudad que cada mes de octubre se viste de gala para acoger a sus huéspedes más ilustres, los Premios Princesa de Asturias; y el Nature [hotelnatureoviedo.com], un hotel boutique de diseño contemporáneo con restaurante y spa.
DÓNDE COMER
En La Taberna del Zurdo [latabernadelzurdo.com], que ofrece una cocina anclada en Asturias con toques actuales; Mestura [mesturarestaurante.es], cuya cocina fusiona tradición y nuevas técnicas en un local ecléctico situado en el mismo edificio del Gran Hotel España; y Del Arco [restaurantedelarco.es], un decorado elegante de maderas nobles para una gastronomía tradicional, renovada y actual.
Más información
TURISMO DE OVIEDO, turismoviedo.es