Un día como arqueólogos en Cartagena, metamorfosis en el Mediterráneo
Pocas ciudades españolas bañadas por este mar han sido tan cantadas, loadas, deseadas, mimadas y maltratadas como la Quart Hadas cartaginesa, la Cartago Nova romana, la Qartâyannat al-Halfa de los árabes. Hoy tiene una nueva cara, llena de museos y edificios renovados para descubrir. La enésima fachada de esta ciudad cambiante con 2.500 años de historia a sus espaldas.
Cartagena vive una nueva vida como ciudad del Mediterráneo, plagada de museos y edificios renovados que animan a volver a mirarla con otros ojos. ¡Preparados los aficionados a la arqueología!
UN VIAJE EN EL TIEMPO EN EL TEATRO ROMANO
El punto de partida del gran cambio que ha vivido Cartagena en los últimos años fue el casual descubrimiento en 1990 de una exedra cuadrangular de un frons pulpiti en el solar de la antigua casa palacio de los Condes de Peralta. Era la noticia arqueológica del siglo en la región: la existencia de un gran teatro romano debajo del casco viejo de Cartagena del que nadie sabía su existencia. Impresionante por su tamaño, su estilo constructivo y la historia de su descubrimiento, se ha convertido en uno de los ejes culturales y monumentales de la ciudad. El arquitecto Rafael Moneo aprovechó un conjunto de casas vecinas para crear la entrada al conjunto y el museo que lo complementa.
BUSCANDO PECIOS EN EL ARQUA
Muy cerca del teatro, en la explanada del puerto, que también ha pasado de ser un batiburrillo portuario e industrial a balcón privilegiado al mar, se levanta otra obra emblemática, el Museo Nacional de Arqueología Submarina. Un vanguardista edificio proyectado por el arquitecto Guillermo Vázquez-Consuegra, abierto y cercano al mar (no podía ser de otra manera) donde se ha trasladado la ingente colección de ánforas, restos de barcos y todo tipo de objetos que antes se exhibía en el viejo edificio de la Algameca. La reproducción del barco fenicio encontrado casi intacto en los fondos de Mazarrón es una de las joyas del museo.
CAMINANDO POR LA MURALLA PÚNICA
En todo este trajinar de obras, excavaciones y remodelaciones de los últimos años aparecieron otros restos no menos importantes: un tramo de 30 metros de la muralla púnica, la cerca construida por los cartagineses en el siglo III a.C. durante sus luchas con el Imperio romano. Sobre ellas se construyó el Centro de Interpretación de la Muralla Púnica, una vibrante inmersión en la historia que permite caminar por ella e imaginar las sensaciones de los primeros moradores de la ciudad cuando vieron a las tropas del general romano Escipión acampar frente a ellos con intenciones poco amistosas. Y además, se ha puesto en valor el patrimonio histórico-artístico ya conocido: museo Arqueológico, museo Naval, murallas del mar, casas modenistas, yacimiento romanos de la plaza de los Tres Reyes y de la calle Morería.
TERMAS EN EL BARRIO DEL FORO ROMANO
La última gran actuación es otro pasaje a los tiempos de la Carthago romana. Una gran estructura metálica obra de los arquitectos Atxu Amann, Andrés Cánovas y Nicolás Maruri cubre hoy el Barrio del Foro Romano, en la colina del Molinete, un yacimiento soberbio por su tamaño y calidad de conservación, que incluye parte del Decumano -una de las dos principales vías de la ciudad-, las termas, un collegium, y varias viviendas y calles adyacentes. Una visita imprescindible a esta nueva-vieja Cartagena.
GUÍA PRÁCTICA
DÓNDE DORMIR
ALFONSO XIII (hotelalfonsoxiii.com). Hotel estratégicamente situado junto al casco antiguo de Cartagena y el puerto.
HUSA CARTAGONOVA (hotelcartagonova.com). Spa, fitness y todas las comodidades en pleno casco antiguo de Cartagena.
DÓNDE COMER
ABAYARDE (tel. 968 52 90 63). Cocina fusión entre los platos tradicionales y creativos. Recomendables las minicroquetas crustillí.
ARQUA (arquarestaurante.es). Local moderno, con buenas vistas. Platos arriesgados pero resueltos con elegancia.
A LA BRASA (grupocasatomas.es/alabrasa.html). Buenas carnes y ensaladas. Sorprendente menú de tapas.