Seis restaurantes trendy para tus próximas cenas
Son la crème de la crème del panorama culinario español, además de locales de moda donde se da cita la gente guapa. Están en diferentes ciudades y tienen en común una gastronomía creativa, mucho diseño y buen ambiente.
Pakta (Barcelona)
Su flamante estrella Michelin no hace sino confirmar el despegue absoluto de este restaurante del clan de los Adrià, convertido ya en uno de los espacios más in de la ciudad condal. Pakta es el nuevo grito de la cocina Nikkei, la fusión peruana-japonesa materializada por Jorge Muñoz y Kyoto Li, bajo la supervisión de los maestros de El Bulli. Una cocina que sólo puede ser una búsqueda de la perfección, en este caso con dos menús degustación: Machu Picchu y Fujiyama que, con 30 y 25 exquisiteces respectivamente, brindan una experiencia sublime. ¿Quién puede resistirse, por ejemplo, a una caballa ahumada con puré de satoimo y miso? El local, que refleja la austeridad arquitectónica de las tabernas tradicionales japonesas con la explosión de los colores peruanos, es el telón de fondo perfecto para el protagonismo de los platos.
Alma del Temple (Valencia)
Elegido por la editorial alemana Taschen como uno de los restaurantes más bonitos del mundo, su cocina mediterránea sintoniza con la atmósfera especial que crean los cimientos de la muralla árabe sobre los que se asienta. Alma del Temple, ubicado en el Caro Hotel, en el mismo corazón de Valencia, es un prodigio del diseño proyectado por el reputado Francesc Rifé. Su acierto: combinar el pasado más memorable con el presente más reconocible. Un arco gótico que preside el salón principal, una bodega acristalada rematada en acero y juegos de espejos en los techos son algunos de los elementos que convierten este galardonado espacio en único.
Nerua (Bilbao)
Tan vanguardistas como el propio museo son los platos de este restaurante que supone la oferta gastronómica del Guggenheim Bilbao. Unos platos firmados por Josean Alija que cambian cada temporada sin por ello variar su raíz vasca (aunque abierta al mundo), que le ha valido una estrecha Michelin. Y que encierran además una visión muy particular de la alta cocina, con las verduras como protagonistas. Aunque la entrada del restaurante se encuentra en la calle, junto a la ría, el local neutro y con amplios ventanales bebe de la de la estética del museo. Por eso es la opción ideal para una visita cultural y gourmet.
Atrio (Cáceres)
Ahora que Cáceres ha sido elegida, con acierto, la Capital Gastronómica Española de 2015, merece la pena volver la vista hacia su mejor hotel-restaurante. Emplazado en la ciudad amurallada, frente a la Iglesia de San Mateo y rodeado de piedras que son historia, todo en este establecimiento es un monumento, incluida la cocina de Toño Pérez, dos estrellas Michelin, basada en lo mejor de la gastronomía extremeña y los productos del terruño. El cerdo ibérico, por supuesto, con todas sus posibilidades, está presente en una carta inolvidable con una bodega a su altura: 45.000 botellas de 3.400 referencias, procedentes de 20 países distintos.
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Fox Cook & Sound (Madrid)
No podíamos dejar a la capital fuera de esta lista. Sobre todo porque ha nacido un nuevo espacio dentro del panorama más trendy: el restaurante Fox Cook & Sound, que recrea una auténtica casa con sus diferentes estancias (el hall, la cocina, la biblioteca… e incluso un comedor secreto para las ocasiones especiales). Un diseño singular, música de fondo a cargo de DJs y mucho glamour es lo se encuentra en este local de moda, con una cocina mediterránea cargada de imaginación y el ambiente más divertido. Acaba de nacer, como decíamos, pero ya es el must go de Madrid.
Ikibana (Barcelona)
También en Barcelona encontramos este restaurante que encierra todo un reto gastronómico. Porque si alguien pensó que era imposible aunar el minimalismo silencioso de Japón con la exuberante alegría de Brasil, estaba equivocado. Ikibana recoge lo mejor de estas dos cocinas para ofrecer una divertida fusión de sashimis y makis con un toque tropical, o sobas y gunkans con texturas picantes. Todo ello en un espacio sorprendente plagado de obras de arte mural, paredes con mosaicos de cristal, imágenes, vídeos y una exquisita selección musical, ideal para ambientar una cena romántica o entre amigos y celebrar el año que se va.