Por Ceuta siguiendo a un ‘príncipe’ llamado Alex González
A punto de estrenarse la segunda temporada de la existosa serie que protagoniza el actor madrileño, recorremos esta ciudad de convivencia a las puertas de África en busca de sus mejores rincones.
Lo ha declarado él mismo, en Ceuta ha vivido dos historias de amor. Una en la ficción con Fátima (Hiba Habouk) y otra en la vida real con la ciudad. Es a ella a la que Alex González regresó este verano para rodar la segunda y última temporada de esta serie que está a punto de estrenarse en televisión y a la que viajamos para descubrir sus lugares más emblemáticos más allá de El Príncipe, el barrio donde el agente Morey –personaje al que da vida el actor- volverá a vivir situaciones repletas de tensión, acción y pasión junto a otros ‘guapos’ como Rubén Cortada, José Coronado y Jesús Castro.
A Ceuta hay que llegar con la mente abierta. Primero, porque Ceuta es una ciudad de en la que conviven cristianos, musulmanes, hebreos e hindúes, las cuatro culturas que a lo largo de cuatro siglos han ido edificando su patrimonio histórico entre las dos orillas del istmo que la une a África.
Y también porque estando como está entre dos continentes, bañada por un mar y un océano y a los pies del monte Hacho, se entiende que haya sido un enclave militar estratégico, del que dan buena cuenta muchos de sus monumentos, especialmente las Murallas Reales. Las mismas que fueron levantadas entre los siglos XVI y XVIII, y que en el XXI han servido de telón de fondo para el rodaje de El Príncipe. Un foso navegable que une las aguas saladas del Mediterráneo y el Atlántico divide la muralla vieja y la nueva y en la plaza de armas conocida como el revellín de San Ignacio toma asiento una de las sedes del Museo de la Ciudad.
La plaza de África ejerce como el corazón urbano de la ciudad antigua, rodeado por los monumentos más importantes de la ciudad: la catedral de la Asunción, el santuario de Santa María de África, el palacio de la Asamblea, la Comandancia Militar y el parador de turismo. Mientras, la ciudad moderna ha puesto sus ojos en la mar. Su Parque Marítimo del Mediterráneo, la última obra del artista canario César Manrique, es el centro turístico más importante de Ceuta, un gran complejo de ocio y recreo articulado en torno a tres inmensos lagos artificiales de agua salada. Y junto a este, el poblado marinero y el puerto deportivo, epicentro de numerosas actividades de turismo activo, especialmente de buceo.
No hay que marcharse de Ceuta sin llegar hasta la barriada de Benzú, próxima a la frontera con Marruecos y también lugar de rodaje de la serie protagonizada por Alex González. Una pintoresca aldea frente a las costas del estrecho de Gibraltar y a los pies de Yébel Musa, la llamada “mujer muerta”, con un puñado de bares donde sirven los mejores pinchitos morunos, té y pastelitos árabes.
Si todavía queda tiempo, hay que subir al monte Hacho, coronado por una fortaleza, para admirar desde sus murallas una de los mejores vistas de Ceuta; hacer una incursión en el castillo del Desnarigado –que debe su nombre al pirata que lo habitó en el siglo XV- para contemplar su colección de objetos militares y darse un paseo por las playas atlánticas, más frías y agitadas que las que miran a la orilla mediterránea, pero cuya belleza las hace especialmente recomendables en época estival. Especialmente la de Benítez –escenario también donde se han filmado escenas de la nueva temporada de la serie-, pero también las de Calamocarro y Punta Blanca, a las que se llega saliendo de la ciudad en dirección a Benzú.
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A Ceuta hay que llegar con la mente abierta. Primero, porque Ceuta es una ciudad de en la que conviven cristianos, musulmanes, hebreos e hindúes, las cuatro culturas que a lo largo de cuatro siglos han ido edificando su patrimonio histórico entre las dos orillas del istmo que la une a África.
Y también porque estando como está entre dos continentes, bañada por un mar y un océano y a los pies del monte Hacho, se entiende que haya sido un enclave militar estratégico, del que dan buena cuenta muchos de sus monumentos, especialmente las Murallas Reales. Las mismas que fueron levantadas entre los siglos XVI y XVIII, y que en el XXI han servido de telón de fondo para el rodaje de El Príncipe. Un foso navegable que une las aguas saladas del Mediterráneo y el Atlántico divide la muralla vieja y la nueva y en la plaza de armas conocida como el revellín de San Ignacio toma asiento una de las sedes del Museo de la Ciudad.
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No hay que marcharse de Ceuta sin llegar hasta la barriada de Benzú, próxima a la frontera con Marruecos y también lugar de rodaje de la serie protagonizada por Alex González. Una pintoresca aldea frente a las costas del estrecho de Gibraltar y a los pies de Yébel Musa, la llamada “mujer muerta”, con un puñado de bares donde sirven los mejores pinchitos morunos, té y pastelitos árabes.
Si todavía queda tiempo, hay que subir al monte Hacho, coronado por una fortaleza, para admirar desde sus murallas una de los mejores vistas de Ceuta; hacer una incursión en el castillo del Desnarigado –que debe su nombre al pirata que lo habitó en el siglo XV- para contemplar su colección de objetos militares y darse un paseo por las playas atlánticas, más frías y agitadas que las que miran a la orilla mediterránea, pero cuya belleza las hace especialmente recomendables en época estival. Especialmente la de Benítez –escenario también donde se han filmado escenas de la nueva temporada de la serie-, pero también las de Calamocarro y Punta Blanca, a las que se llega saliendo de la ciudad en dirección a Benzú.