Estrenamos el otoño en el bosque encantado de Muniellos
Este bosque asturiano es uno de los rincones más cotizados del otoño, cuando, sus centenarios robles y hayas visten sus mejores galas. Solo una veintena de personas tienen el privilegio de recorrer sus sendas cada día, así que no hay tiempo que perder, es hora de reservar el mejor momento del año en un bosque mítico.
El mejor bosque peninsular de roble albar es denso, fresco, rezuma humedad en sus mullidos suelos de hojarasca y entre los musgos y líquenes que tapizan sus troncos, como un bosque de cuento. Pero en medio del otoño se incendia de color. Un giro tímido de tonalidad en las hayas marca el inicio, después es el turno de las hojas de abedules y seguidamente el de los robles, los más tardíos, poniendo una pincelada intensa cuando el resto ya se desnuda para afrontar el invierno.
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Para admirar tanta belleza al natural hay que dirigirse al suroccidente asturiano, donde se nutren los cursos altos de los ríos Narcea e Ibias. Entre los montes de Muniellos, Valdebois y La Viliella discurre el río Tablizas, afluente del Narcea, escondido en el valle más fascinante de todos, el de Muniellos. Sus 56 kilómetros cuadrados están considerados Reserva Natural Integral por ser el mayor robledal de la península y, con gran probabilidad, del continente.
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Robles centenarios con un perímetro que se aproxima a los 10 metros, silencio solo roto por el agua canturreando en los regatos, un verde lujurioso a fuerza de lluvia y un aroma a tierra húmeda lo inunda todo. Es una magnífica muestra de bosque caducifolio, como la que antaño debió cubrir gran parte de la montaña cantábrica. Y también refugio de animales emblemáticos como el oso pardo, el esquivo urogallo y el lobo, aunque los animales más famosos de Muniellos son las truchas de sus ríos, ya que presumen de haber recibido la visita pescadora de Hemingway.
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Admirando el virginal aspecto del bosque resulta increíble saber que tanto su madera como su fauna fueron explotadas hasta el año 1970. Las pistas de saca de madera para los astilleros asturianos y gallegos y la fabricación de traviesas de ferrocarril todavía se observan en las inmediaciones del río Tablizas. Sin embargo, el hermoso dosel arbóreo que hoy se contempla regenerado y salvado de un fin anunciado, gracias al interés conservacionista surgido en los años 60, parece nutrido por unas excepcionales condiciones naturales que le convierten en un bosque mágico.
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GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
Desde Cangas del Narcea, principal población del concejo, hay que pasar por Ventanueva hasta Moal, donde se toma la desviación a Tablizas, el área de recepción de la reserva.
Recorridos por Muniellos
Una de las rutas más espectaculares que se pueden hacer por Muniellos es la que lleva a cuatro hermosas lagunas glaciares de alta montaña, las llamadas La Isla, La Honda, La Grande y La Peña, situadas por encima de los 1400 metros de altitud y en cuyas aguas se reflejan todas las tonalidades del bosque. Se trata de un itinerario circular duro, por su longitud y por lo irregular del terreno, en la que hay que invertir algo más de siete horas. El sendero parte de Tablizas y lleva, bordeando el valle de la Candanosa, hasta la fuente de Fonculebrera, donde se encuentra el famoso ‘roblón’, un ejemplar de más de siete metros de perímetro y otros tantos de alto. Después de mucho caminar, se alcanza la primera laguna glaciar del conjunto: La Isla, con un pequeño islote central. Y siguiendo un difícil camino ascendente y en pocos minutos la segunda, La Honda, más bella que la anterior. A la tercera, La Grande, se accede por un sendero apenas dibujado, y desde La Peña ya empieza el descenso, que discurre acompañando al río Muniellos.
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La visita
A fin de preservar el ecosistema, la visita a la reserva está restringida a 20 personas al día como máximo, por lo que hay que solicitar con mucha antelación el permiso de entrada. Los trámites para reservar la entrada al bosque se realizan en el tel. 985 27 91 00 y también on line a través de la página web del Principado de Asturias [asturias.es].
Dónde dormir
L´Anceo [Cibuyo, Cangas del Narcea, hotelrurallanceo.es]. Construcción centenaria rehabilitada con cinco habitaciones y también apartamentos.
Camín de Muniellos [Penlés, Cangas del Narcea, camindemuniellos.com]. Cuatro apartamentos para dos o cuatro plazas en un tranquilo pueblo a 4 kilómetros de Cangas de Narcea.
Casa Buela [Fondos de Vega, Degaña, casabuela.es]. Casa rural que guarda la tipología tradicional del valle de Degaña pero con todas las comodidades de nuestros días.
El Balcón de Muniellos [Oballo, Cangas del Narcea, balcondemuniellos.es]. Instalados en una antigua escuela estos acogedores apartamentos son la base perfecta para asomarse al bosque de Muniellos.
Dónde comer
Quei Funsiquín [Xedré, funsiquin.com]. Deliciosos productos de la huerta y la ganadería familia que se disfrutan con vistas al bosque de Monasterio de Hermo desde sus ventanales.
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Para admirar tanta belleza al natural hay que dirigirse al suroccidente asturiano, donde se nutren los cursos altos de los ríos Narcea e Ibias. Entre los montes de Muniellos, Valdebois y La Viliella discurre el río Tablizas, afluente del Narcea, escondido en el valle más fascinante de todos, el de Muniellos. Sus 56 kilómetros cuadrados están considerados Reserva Natural Integral por ser el mayor robledal de la península y, con gran probabilidad, del continente.
Robles centenarios con un perímetro que se aproxima a los 10 metros, silencio solo roto por el agua canturreando en los regatos, un verde lujurioso a fuerza de lluvia y un aroma a tierra húmeda lo inunda todo. Es una magnífica muestra de bosque caducifolio, como la que antaño debió cubrir gran parte de la montaña cantábrica. Y también refugio de animales emblemáticos como el oso pardo, el esquivo urogallo y el lobo, aunque los animales más famosos de Muniellos son las truchas de sus ríos, ya que presumen de haber recibido la visita pescadora de Hemingway.
Admirando el virginal aspecto del bosque resulta increíble saber que tanto su madera como su fauna fueron explotadas hasta el año 1970. Las pistas de saca de madera para los astilleros asturianos y gallegos y la fabricación de traviesas de ferrocarril todavía se observan en las inmediaciones del río Tablizas. Sin embargo, el hermoso dosel arbóreo que hoy se contempla regenerado y salvado de un fin anunciado, gracias al interés conservacionista surgido en los años 60, parece nutrido por unas excepcionales condiciones naturales que le convierten en un bosque mágico.
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Cómo llegar
Desde Cangas del Narcea, principal población del concejo, hay que pasar por Ventanueva hasta Moal, donde se toma la desviación a Tablizas, el área de recepción de la reserva.
Recorridos por Muniellos
Una de las rutas más espectaculares que se pueden hacer por Muniellos es la que lleva a cuatro hermosas lagunas glaciares de alta montaña, las llamadas La Isla, La Honda, La Grande y La Peña, situadas por encima de los 1400 metros de altitud y en cuyas aguas se reflejan todas las tonalidades del bosque. Se trata de un itinerario circular duro, por su longitud y por lo irregular del terreno, en la que hay que invertir algo más de siete horas. El sendero parte de Tablizas y lleva, bordeando el valle de la Candanosa, hasta la fuente de Fonculebrera, donde se encuentra el famoso ‘roblón’, un ejemplar de más de siete metros de perímetro y otros tantos de alto. Después de mucho caminar, se alcanza la primera laguna glaciar del conjunto: La Isla, con un pequeño islote central. Y siguiendo un difícil camino ascendente y en pocos minutos la segunda, La Honda, más bella que la anterior. A la tercera, La Grande, se accede por un sendero apenas dibujado, y desde La Peña ya empieza el descenso, que discurre acompañando al río Muniellos.
La visita
A fin de preservar el ecosistema, la visita a la reserva está restringida a 20 personas al día como máximo, por lo que hay que solicitar con mucha antelación el permiso de entrada. Los trámites para reservar la entrada al bosque se realizan en el tel. 985 27 91 00 y también on line a través de la página web del Principado de Asturias [asturias.es].
Dónde dormir
L´Anceo [Cibuyo, Cangas del Narcea, hotelrurallanceo.es]. Construcción centenaria rehabilitada con cinco habitaciones y también apartamentos.
Camín de Muniellos [Penlés, Cangas del Narcea, camindemuniellos.com]. Cuatro apartamentos para dos o cuatro plazas en un tranquilo pueblo a 4 kilómetros de Cangas de Narcea.
Casa Buela [Fondos de Vega, Degaña, casabuela.es]. Casa rural que guarda la tipología tradicional del valle de Degaña pero con todas las comodidades de nuestros días.
El Balcón de Muniellos [Oballo, Cangas del Narcea, balcondemuniellos.es]. Instalados en una antigua escuela estos acogedores apartamentos son la base perfecta para asomarse al bosque de Muniellos.
Dónde comer
Quei Funsiquín [Xedré, funsiquin.com]. Deliciosos productos de la huerta y la ganadería familia que se disfrutan con vistas al bosque de Monasterio de Hermo desde sus ventanales.