Locos por el modernismo
Desde residencias de veraneo a tiendas, viviendas urbanas, fábricas o jardines románticos. Trazamos ocho rutas cerca de Barcelona donde pararse a admirar esta singular arquitectura de finales del siglo XIX y principios del siglo XX con el genial Gaudí y otros grandes como guías.
EL CAU FERRAT DE SITGES
Tanto cautivó Sitges al pintor y escritor Santiago Rusiñol, una de las figuras destacadas del modernismo en Cataluña, que hizo de ella una corte cultural e interlectual. Cau Ferrat, su casa y estudio, es hoy un museo que trasmite ese espíritu a través de sus colecciones de pintura, escultura, cerámica o hierro forjado. En las salas del Palacio Maricel, antiguo hospital de Sitges, se pueden ver los elementos más representativos de este arte total.
…Y LA MODERNIDAD LLEGÓ A MANRESA
El siglo XIX dejó en la capital del Bages buenas muestras de arquitectura contemporánea, levantada por la burguesía ligada a la producción textil. La ruta que sigue su rastro pasa por los almacenes Jorba, ejemplo destacado del art décó catalán, el modernista Casino y también la Casa Lluvià.
LA HERENCIA INDUSTRIAL DE TERRASSA
Residencias de familias burguesas y también fábricas, tiendas, almacenes… La ruta del modernismo en Terrassa hace paradas en el Ayuntamiento, la Casa Alegre de Sagrera, el Mercado de la Independencia, la Masía Freixa o el Vapor Aymerich, Amat i Jover (Museo de la Ciencia y de la Técnica de Cataluña).
DE VERANEO EN EL VALLÈS ORIENTAL
De la comarca que a finales del siglo XIX y principios del XX se convirtió en centro de veraneo de la burguesía barcelonesa por su paisaje, su interés termal y también su cercanía a la capital catalana, quedan hoy como testigo de la época un buen puñado de mansiones modernistas con jardines frondosos que se reparten por L’Ametlla, Cardedeu, La Garriga y Granollers, muchas de ellas firmadas por el arquitecto vallesano Manuel Joaquim Raspall.
UN PASEO ENTRE VIÑAS EN EL ALT PENEDÈS
Veraneo y actividad vitícola. Un cóctel perfecto que ayer atrajo al Alt Penedès a la burguesía catalana para pasar sus vacaciones estivales; y hoy, además, a los amantes del modernismo. En la ruta, tres poblaciones imprescindibles: Vilafranca, Sant Sadurní d’Anoia y Gelida.
DOS ARTISTAS IMPRESCINDIBLES EN EL MARESME
Para entender hasta dónde llegó el talento y la fantasía del modernismo hay que viajar al norte de Barcelona, donde dos de los grandes nombres de este estilo artístico - Lluís Domènech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch- dejaron su huella: Canet de Mar, Mataró y Argentona son las estaciones de este itinerario que pasa, entre otros lugares, por sus casas-museo.
MODERNISMO EN LA NATURALEZA
El mejor ejemplo de cómo el modernismo también se integra en la Naturaleza es obra del genial artista Antoni Gaudí: son los Jardines Artigas y están en La Pobla de Lillet, en la montaña prepirenaica. La ruta también tiene otro punto de interés, y es la espectacular fábrica de cemento del Clot del Moro, construida por Rafael Guastavino por encargo del conde Güell, pionera en España y hoy museo.
LA COLONIA GÜELL
El recorrido por el Baix Llobregat es un compendio de la arquitectura modernista, con una obra emblemática, la cripta de la colonia Güell, de Antoni Gaudí. Después hay que seguir explorando hasta llegar a descubrir las viviendas construidas por Jujol, su discípulo, en Sant Joan Despí, y la fábrica Pujol i Bausis, productora de gran parte de la cerámica utilizada por los arquitectos modernistas.
LA CIUDAD DE GAUDÍ
Reus, la ciudad del arquitecto Antoni Gaudí, presume de tener uno de los legados modernistas más notorios de Cataluña. Estos caprichos arquitectónicos y del diseño son obra de arquitectos de renombre como Lluis Domènech i Montaner, como el Instituto Pere Mata, la Casa Rull, la Casa Gasull y la majestuosa Casa Navás, y se descubren en un paseo por el centro de Reus. Junto a la oficina de turismo queda el Gaudí Centre, un centro de interpretación que ayuda a comprender la obra y la inspiración de Gaudí.