Ocho planes en Innsbruck para viajeros muy activos
Más allá de su ambiente palaciego, la capital de los Alpes y el Tirol tiene como atractivo la alta montaña. Hasta el Emperador Maximiliano I hizo poner en el mirador de su residencia un Tejadillo de Oro para gozar de la vista de las cumbres alpinas que rodean la ciudad. Un panorama que se encuentra al alcance de la mano y que dan ganas de recorrer a pie o en bicicleta con la llegada del buen tiempo.
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A LA CIMA EN TRANSPORTE PÚBLICO
Cinco minutos caminando desde el hotel y uno se planta en la estación de Kongresshaus, en pleno centro de la ciudad de Innsbruck, donde puede subirse a uno de los modernos funiculares Nordkettenbahn diseñados por la arquitecta Zaha Hadid que, en solo 20 minutos de espectacular recorrido y atravesando puentes colgantes y túneles diversos, llega con toda comodidad a las estaciones de alta montaña de Seegrube y Hafelekar. Desde allí parten la mayoría de los senderos más populares de los alrededores de Innsbruck.
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RUTAS GRATIS
Para los que posean la tarjeta turística Club Innsbruck Card, además de disfrutar de las ventajas correspondientes durante la visita urbana, también tienen transporte gratuito desde el hotel y pueden participar en los programas de senderismo que organiza la Escuela Alpina de Innsbruck. Y además, el alquiler de las botas de montaña y la mochila es gratis, por si se olvidan en el hotel.
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DE DÍA Y DE NOCHE
El parque alpino de Alpinpark Karwendel es uno de los espacios naturales protegidos más extensos de Europa y cuenta con una particularidad especial, y es que parte de sus 730 km2 se encuentran dentro del área metropolitana de Innsbruck. Por él pasa un tramo de la Vía Alpina, un sendero de largo recorrido que atraviesa la totalidad de los Alpes hasta llegar al Mediterráneo. Desde junio hasta octubre se organizan excursiones guiadas de 3 a 5 horas por Karwendel, adaptadas al estado físico de los participantes, que permiten contemplar el paisaje de alta montaña y obtener buenas vistas de la ciudad. También existe la posibilidad de ir de excursión por la noche, iluminando el camino con linternas: una manera distinta de descubrir la naturaleza.
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PARA LOS MÁS EXIGENTES
Otra de las rutas de alta montaña de Innsbruck, más exigente pero de gran atractivo, es la de Adlerweg, el sendero del águila. Como tantos otros recorridos, se puede empezar cómodamente tomando el funicular Nordkettenbahn hasta el apeadero de Seegrube. Una vez allí, hay que ir remontando el monte Hafelekar hasta el refugio de Pfeisshütte por lo que se conoce como ”el sendero de Goethe“. Al seguirlo, como curiosidad hay un momento en que se distingue una construcción que alberga el observatorio de radiación cósmica de Austria. El tiempo estimado para esta marcha es de unas 5 horas, siempre por caminos bien asegurados pero exigentes.
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NORDIC WALKING
De un tiempo a esta parte goza de gran popularidad una modalidad deportiva de montaña conocida como marcha nórdica o nordic walking, que al practicarse a buen ritmo y usando bastones para andar, permite activar no solo las piernas sino los brazos. El mejor sitio para practicarla cerca de Innsbruck es en el altiplano de Mieming, donde hay nada menos que 105 kilómetros de caminos señalizados. Esta región consta de un conjunto de prados y campos sembrados que se suceden unos a otros a casi mil metros de altitud. Un extenso parque para disfrutar de la visión de las flores silvestres con las montañas al fondo.
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UN DESCENSO CON MUCHO DESNIVEL
Para los freerider más atrevidos Innsbruck tiene uno de los descensos en bicicleta de montaña más cargados de adrenalina que existen. Se trata del Nordketten Singletrail, que iniciándose a 1900 mts. de altura, presenta un desnivel de infarto. Llegar al punto de partida es fácil con el funicular, pero luego hay que superar un recorrido de casi cuatro kilómetros y medio lleno de saltos, rocas y curvas cerradas. Para quién no tenga conocimientos técnicos excesivos, existe la posibilidad de realizar otro recorrido, el Hungerburg Trail, que lleva hasta el centro mismo de la capital tirolesa y que sirve también de prolongación del primero.
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TIROLER GRÖSTL COMO RECOMPENSA
Lo bueno del deporte en la montaña y del turismo activo es que uno sabe que al final del recorrido lo espera la satisfacción del reto superado, pero todavía es mejor si se sigue la ruta del Schmankerlpfad, una serie de senderos que tienen por común denominador un plato típico de la región: el Tiroler Gröstl. Éste se elabora con ternera, patatas y cebolla, pero cada zona aplica sus variantes, de modo que en un lugar se emplea el speck – un tipo de jamón curado – y en otro las salchichas, en lugar del vacuno. Hoy, el sendero Schmankerlpfad permite acercarse a los lugares donde se produce la materia primera para su elaboración, degustando luego el plato acabado en posadas como la Wirtshaus Stern, que abrió sus puertas en siglo XVI, o en la Gasthaus zum Löwen de Barwies.
CON SWING
Los aficionados al golf también están de suerte, ya que en las cercanías de la capital alpina es posible practicar su deporte favorito disfrutando a la vez de las mejores panorámicas. Las tres instalaciones más cercanas a Innsbruck son las del Olympia Golf Igls, el golf Rinn y el Lans Sparbegg. El primero consta de un recorrido de 9 hoyos, mientras el segundo requiere más experiencia para vencer sus 18 hoyos. Ambos gozan además de excelentes instalaciones après-golf, que tampoco se echan de menos en las instalaciones de Lans Sparbegg. En el altiplano de Mieminger se ha abierto hace poco un nuevo Golfpark con 27 hoyos y excelentes vistas de los valles del río Inn y del Ötztal. La diferencia de altura con los otros tres hace que pueda estar abierto más tiempo, de marzo a noviembre.
Más información
Turismo de Austria y Turismo de Innsbruck.
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