Elsa Pataky y su refugio en Malibú
Puede que el dinero no compre la felicidad, pero una mansión en este lugar te acerca bastante. Si no, que se lo digan a la radiante actriz, que ha echado raíces en este exclusivo rincón de Los Ángeles donde parece que lo normal es ser rico, famoso... y guapo.
Malibú va más allá la estampa del porsche descapotable, el bikini con pareo y el daikiri en la mano que atrae a turistas y surferos a la caza de espectaculares olas en un ambiente relajado. Es el lugar donde viven los Pitt-Jolie, los Spielberg, Barbara Streisand... Donde se refugia la elite de los famosos que busca un día a día alegre y tranquilo, como si disfrutar de kilométricas playas privadas fuera algo corriente. Porque allí, lo es. Pero, además, es un barrio cool, eco friendly, donde el estrés de una megalópolis como Los Ángeles parece haber sido prohibido por ley.
En este lugar idílico, morada de las estrellas de cine desde que, en los felices años 20 una rica heredera comenzara a vender sus tierras a actores de Hollywood, vive Elsa Pataky con su marido, Chris Hemsworth, y sus tres hijos: India Paris y los recién nacidos Tristan y Sasha. Hace poco más de un año compraron en Point Dume una mansión victoriana al protagonista de Cocodrilo Dundee, John Logan, y desde entonces no es extraño encontrarlos por sus playas (donde al actor de Thor le gusta surfear) y sus calles. Y eso que uno puede perderse en la propia casa: 600 metros cuadrados, divididos en cinco dormitorios y seis baños.
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No. A ellos les gusta la luz del sol y la brisa del Pacífico. La actriz española confiesa que su lugar preferido es la playa de arena fina Malibu State Beach, donde suele ir a jugar con su hija y, ahora, con los nuevos miembros de la familia. Pero también la hemos visto en Malibu Country Mart, un boutique mall o centro comercial exclusivo donde lo mismo compra uno de esos zumos hipervitaminados que tanto alaba como disfruta de una cena en familia en la Taverna Tony, un famoso restaurante griego.
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Pero también suele cruzar la frontera del paraíso de Malibú porque es una enamorada de Los Ángeles. Ella misma recomienda en su blog subir al Observatorio Griffith en la montaña Hollywood para ver la ciudad perderse en el horizonte (si es por la noche, con las luces parpadeantes, uno sentirá el magnetismo de la ciudad de las estrellas).
También se declara una entusiasta de Santa Mónica, con sus bares, restaurantes y tiendas al lado del mar. Y su lugar favorito, confiesa, es Venice, el primer lugar donde vivió cuando llegó a Los Ángeles. Recuerda especialmente navegar en el kayak que se compró para recorrer los canales hasta su apartamento, el ambiente bohemio de los mercadillos de los domingos y, sobre todo, la pasión por el deporte que se vive en la meca de skaters y culturistas que hizo famoso al mismísimo Arnold Schwarzenegger. Allí se pasaba las tardes patinando hasta que caía el sol.