Una ruta de la Sicilia más clásica a la ‘canalla' Palermo
Temperamental hasta lo explosivo, esta reina absoluta del Mediterráneo es para muchos la isla más bella del Mare Nostrum, además de testigo de las idas y venidas de muchísimos pueblos que dejaron su huella impresa por cada uno de sus tres vértices. Te desvelamos sus tesoros.
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Catania y Palermo son sus principales puertas de entrada. La primera, resurgida una y mil veces de los ataques que a lo largo de su larguísima historia le ha lanzado el Etna, esconde entre sus fachadas cenicientas tesoros de la talla de la piazza del Duomo, el mercado de la Pescheria o la desproporción del barroco catanés que engalana barrios y calles imprescindibles como la via Crociferi.
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Pero Palermo la supera casi en todo. La más canalla de las ciudades italianas con permiso de Nápoles solo puede odiarse o amarse con pasión. Si este es el caso, el bendito caos palermitano siempre dejará ganas de más. Su barbaridad de iglesias enamoran al ateo más recalcitrante, y sólo por paladear el ambiente cargado de velas e iconos de la de la Martorana habrá merecido la pena viajar hasta Sicilia. La huella de árabes, bizantinos, normandos y hasta españoles por palacios, plazas, fuentes y mansiones que cortan la respiración se acopla sin chirriar con el griterío arrabalero de sus mercados, los ajados barrios en los que sobreviven oficios ya raros de ver en la cada vez más pulcra Europa y con todo un ejército de personajes imposibles y geniales como sólo sabe darlos el sur de Italia.
En el extremo opuesto estaría Taormina, esa niña bonita que enamoró primero a Goethe y los románticos, y luego a no pocas generaciones de ricos y famosos que levantaron por su primoroso casco antiguo infinidad de villas y palacetes.
Pero, por si no fuera ya suficiente exceso, a Sicilia todavía le sobran maravillas, como la despampanante desmesura de cúpulas y arquitectura barroca que acogota el entramado medieval de Ragusa Ibla, pueblitos costeros del encanto de Erice o Cefalu, y esa campiña sembrada de la Sicilia profunda entre la que un laberinto de carreteritas secundarias conduce hasta Palazzo Adriano, donde se rodó Cinema Paradiso, Prizzi y, cómo no, a Corleone.
Sicilia es todo un gran viaje a tiro de piedra de casa, que los más sabios sabrán aliñar con otra semana por el vecino y diminuto archipiélago de las Eolias, cuyas siete intactas islitas –fácilmente accesibles en ferry– son una absoluta delicia con personalidad propia: Panarea, la favorita de la jet; las más agrestes Alicudi y Filicudi; la calidad de vida de Salina, con sus estilosos hoteles y sus rutas senderistas; la más grande y poblada de Lípari; Vulcano, con sus fangos termales y sus playas negras, o Strómboli, donde admirar cada noche los fuegos artificiales que escupe su célebre volcán.
GUÍA PRÁCTICA
Viajes organizados
En cualquier agencia de viajes pueden encontrarse todo tipo de propuestas para recorrer Sicilia. Por ejemplo Politours ofrece vuelos, hoteles y ocho días con coche de alquiler para moverse por libre a partir de 610 €. Más inusual, la propuesta de la especialista en rutas de aventura Viajes Tuareg (tuaregviatges.es), que propone, de mayo a octubre, varios viajes de diez días senderismo por Sicilia y el vecino archipiélago de las Eolias a partir de 1.570 €, con vuelos, alojamientos y demás servicios incluidos.
Dónde dormir
Desde el clásico Rifugio Sapienza (rifugiosapienza.com), a los mismísimos pies del Etna, hasta algunos de los más exclusivos establecimientos de la isla, como el elegantísimo Grand Hotel San Pietro (grandhotelsanpietro.net) de Taormina, un auténtico balcón sobre la bahía con despampanantes vistas al mar y al propio volcán desde algunas habitaciones y avalado por el prestigioso sello de Relais & Châteaux, o el palacete del Grand Hotel Timeo (www.grandhoteltimeo.com), inaugurado en 1873 también en esta ciudad y el Villa Sant’Andrea (hotelvillasantandrea.com), también del XIX. En Palermo, el histórico Grand Hotel et Des Palmes (hotel-despalmes.it), en pleno centro, o el exclusivo escondite art-nouveau de Villa Igiea Palermo (villa-igiea.com/es/).
Dónde comer
Sicilia tiene una de las más celebradas cocinas de Italia. Para comprobarlo, algunas de sus mejores mesas, como Il Ristorantino (ristorantinospano.com), en Palermo; y Casa Grugno (casagrugno.it), en Taormina; o Antica Marina (anticamarina.it), en Catania.