Un fin de semana familiar jugando con osos en Cuenca
Una escapada con los niños al agreste paisaje de la serranía conquense donde, entre pinares y torcas, se encuentra el Parque de El Hosquillo, un refugio natural de excepción en el que el oso pardo, el lobo ibérico o el buitre leonado son los protagonistas.
Es bien temprano y todavía no ha llegado el sol hasta el fondo de los abruptos valles que delimitan las cerca de mil hectáreas del Parque Cinegético Experimental de El Hosquillo, al que Félix Rodríguez de la Fuente dedicó el primer documental de su aclamada serie El Hombre y la Tierra.
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Nada más iniciar el recorrido por el parque hacen su aparición la pareja de lobos, la curiosa gineta con su traje de rayas tan vistoso y los jabalíes, que no pierden ni por un momento de vista al observador que, afortunadamente cuenta con una buena valla para evitar la cercanía de sus contundentes colmillos.
No hay duda de que las estrellas del parque son los osos pardos. Y no solo porque los ejemplares impresionen con sus robustas proporciones y magnifico pelaje a primer golpe de vista, también porque habitan en uno de los parajes más bellos de este espacio, el Rincón del Buitre. Ni que decir tiene que el nombre le va que ni pintado, ya que los salientes calizos del anfiteatro de roca caliza que confina la zona alta del valle del Escabas están habitados por una notable colonia de buitre leonado. De ellos son vecinos otras rapaces, como el halcón peregrino, el alimoche o el búho real. En el centro de este roquedo natural, en época invernal y de abundantes lluvias, se despeña un joven río Escabas componiendo una magnífica cascada.
La impresión de ver a un imponente mamífero como es el oso, cuya población ibérica vive momentos críticos en su conservación, hace aún más valioso este pequeño grupo en semilibertad, como reflejo de aquellos otros ejemplares que camparon a sus anchas por la serranía de Cuenca hasta comienzos del siglo XIX.
Si bien el hallazgo de las cabras monteses que triscan por los roquedos es difícil y solo es posible armados de paciencia y con la ayuda de algún monitor o agente medioambiental, ya que se camuflan perfectamente con el entorno rocoso, no ocurre así con el muflón, pues se pueden observar al detalle dos ejemplares en uno de los recintos vallados.
Al salir de El Hoquillo, nada mejor que ascender un kilómetro hasta la Peña del Reloj. Así se admira, a vista de pájaro -su cumbre está a 1.574 metros de altitud-, la perspectiva de los dos valles recortados por farallones y parameras bajo los que se extienden tupidos pinares salpicados de bojes, quejigos, algún acebo y pequeños retazos de chopos.
Es como mirar un mapa en tres dimensiones de toda la serranía de Cuenca donde surgen valles tan afamados como los que acogen el nacimiento del río Cuervo o del Júcar. El Rincón del Buitre, ahora visto en la distancia, permite hacerse una idea más auténtica del magnífico paraje natural en el que estos representantes de la fauna ibérica tienen la suerte de vivir.
GUÍA PRÁCTICA
LA VISITA
El parque está abierto desde marzo hasta mediados de diciembre. Las visitas son guiadas, duran alrededor de tres horas y se realizan con reserva previa en fines de semana, festivos y algunos puentes. Del 17 al 21 de abril de 2014 habrá dos turnos de entrada por la mañana y uno por la tarde.
PRECIOS
10 € (adulto), 5 € (niños de 7 a 14 años) y gratis los menores de seis años.
DÓNDE DORMIR
Nelia (mesonneila.com), en Villalba de la Sierra. Cuatro casitas de piedra y madera a las puertas de la serranía de Cuenca. Y en el Parador de Cuenca (parador.es), que ocupa el antiguo convento de San Pablo y queda a una treintena de kilómetros de El Hosquillo.
DÓNDE COMER
En el parque no se ofrece servicio de comidas. En Las Majadas, en Los Callejones (hostalloscallejones.com), donde pueden degustarse platos tradicionales de la gastronomía conquense en un comedor de aire rústico. También en el Mesón Nelia (mesonneila.com), en Villalba de la Sierra. Cocina de la tierra, con platos como el morteruelo, las sopas de los pastores y ajo de los arrieros, pero también evolucionados.
MÁS INFORMACIÓN
Parque El Hosquillo (parqueelhosquillo.com).
NO DEJES DE...
Recorrer Los Callejones, un paisaje natural sobresaliente junto al pueblo de Las Majadas. Al igual que en la Ciudad Encantada, la erosión ha creado formas caprichosas en la roca caliza dejando grandes setas de piedra, arcos y pináculos aislados. En su zona alta se muestra el origen de todo este paisaje mágico, una gran superficie plana de roca caliza o lapiaz en la que la disolución de la roca caliza durante miles de años ha acabado dando lugar a tan extraordinarias formaciones en piedra.
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