Barbados, la idílica isla caribeña de Rihanna
Las playas, los fondos coralinos, el surf, el ron, el reggae… Mucho tiene de inspiradora esta minúscula isla de las Antillas con acento inglés donde nació una de las 'celebrities' más aclamadas del momento.
Es en este pequeño paraíso que mira a un lado hacia el mar Caribe y a otro hacia el Atlántico donde a Rihanna le gusta disfrutar de sus vacaciones. Aquí lo mismo se pone a bailar un sensual twerking que se corona reina del Kadoomant Day Parade en su carnaval o ejerce como imagen de la isla. Si la cantante se muestra agradecida por siempre a la isla que la vio nacer hace 26 años –vino al mundo en la localidad de Saint Michel y en su capital, Bridgetown, creció escuchando música reggae hasta que su voz cautivó a dos productores musicales norteamericanos cuando solo tenía 16 años-, para Barbados ser la cuna de una estrella internacional como Rihanna es otro motivo más de lo que presumir, cómo si no tuviera suficientes. Si quieres saber cuáles son los otros, ahí van algunos:
EDÉN PLAYERO
Son las playas de arena blanca y agua transparente el gran atractivo de la isla. Y eso que Barbados es mínima, apenas tiene 34 kilómetros de largo por 23 de ancho. Pero en el catálogo de las más bellas del mundo figuran algunas de Barbados. La más famosa, Crane Beach, con unas aguas de color turquesa custodiadas por palmeras. En el centenar de kilómetros de costa también son dignas de elogio las de Brandons Beach, Brighton, Accra o Sandy Beach.
LA CUEVA DE HARRISON
Ha sido la erosión del agua en plena roca caliza la que ha dejado para la eternidad en el interior barbadiense una de las maravillas geológicas de Barbados. A 35 metros bajo tierra, estas cuevas con estalactitas y estalagmitas de caprichosas formas pasan por ser uno de los imprescindibles.
OLAS PARA EL SURF
Es Barbados una isla de vientos constantes, temperaturas que no bajan de 20 grados y aguas templadas y rebeldes, las preferidas por los surferos, que encuentran en arenales como Bathsheba Beach las mejores olas para su deporte favorito.
BRIDGETOWN, LA CAPITAL
La capital de Barbados formó parte del selecto grupo de ciudades que recibía los exclusivos vuelos del Concord, que en cuatro horas conectaba Londres con el aeropuerto de Bridgtown, el escape de sol y playa de los británicos. Y es que la isla fue hasta 1966 parte del Reino Unido e incluso sigue aún reconociendo a la reina Isabel II como jefa de Estado. Lejos ya aquellos tiempos de aviones supersónicos, hoy a esta ciudad tranquila, solo animada por los cruceristas que por unas horas recalan en ella durante su periplo caribeño, se viene a comprar en sus tiendas libres de impuestos, a pasear por su Trafalgar Square, que también tiene, aunque menos concurrida, y por su victoriana calle principal de Broad Street, a alquilar un coche para perderse por la naturaleza del interior de la isla y a embarcarse desde su puerto en una salida de buceo o una excursión para avistar tortugas marinas.
EL RON DEL CARIBE
Barbados vive del azúcar principalmente, es el ‘souvenir’ que hay que llevarse como recuerdo de la isla, porque con él se elabora el ron más antiguo del mundo. Su sabor expresa el carácter y el vivir de sus habitantes, en su mayoría descendientes de aquellos esclavos africanos que llegaron para trabajar en los campos de caña de azúcar. Para conocer su proceso de elaboración, nada cómo hacer una visita a una de las tres destilerías de la isla, St. Nicholas Abbey, Mount Gay o Foursquare Rum Destily, donde además de aprender todo sobre este destilado caribeño, degustarlo en sus diferentes variedades.
EL MIRADOR DE LA ISLA
Solo tiene 336 metros de altura, pero una isla tan llana como Barbados tiene en este monte su punto más alto y, como tal, el mejor mirador para hacerse una idea de las dimensiones de esta pequeña isla.
EL CARNAVAL CROP OVER
Aunque el calendario de Barbados está lleno de eventos festivos, ya sean partidos de cricket en los terrenos famosos de Kensington Oval, el festival Food & Wine, en el corazón de Bridgetown, o el Reggae Festival, el más afamado es su carnaval llamado Crop Over, que celebra, en el mes de agosto, el final de la cosecha de azúcar. El carnaval tiene en el Kadoomant Day Parade su broche de oro, un desfile callejero en el que Rihanna participó en su última edición luciendo palmito como solo ella sabe hacer.
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