Tras la estela de Victoria de Suecia por Estocolmo
Desde el palacio en el que vive a la catedral donde contrajo matrimonio con Daniel Westling, el restaurante de su chef favorito o la exclusiva discoteca donde celebra sus fiestas. Esta es una colección de lugares en la capital sueca muy vinculados con la princesa.
Si hay un lugar imprescindible en la ruta de Victoria de Suecia es el palacio de Haga, la espectacular mansión situada en Solna en la que reside la futura reina de Suecia y su familia, y donde también pasó su infancia su padre, el rey Carlos Gustavo. El parque de Haga, al norte de Estocolmo, es un parque público que se extiende a lo largo de 2 kilómetros a orillas de la pequeña bahía de Brunnskiven y posee inumerables senderos donde practicar jogging o pasear mientras se van descubriendo pabellones reales, invernaderos, estanques, bosques y hasta una pagoda china.
Al sur de la ciudad, otra opción para el paseo son los jardines del palacio de Drottningholm, donde nació Victoria de Suecia. En la orilla del lago Mälaren, es una construcción del siglo XVII que forma parte de la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco y es la residencia privada de la Familia Real Sueca.
En el Palacio Real de Estocolmo Victoria de Suecia juró en 1995 lealtad al Rey y a la Constitución al cumplir la mayoría de edad, la Familia Real celebra cada 6 de junio el Día Nacional de Suecia y su Capilla ha sido testigo de dos momentos emotivos para la princesa: el enlace en 2013 de su hermana Magdalena y el bautismo de su hija. No solo para la princesa, para cualquiera turista este palacio es una de las visitas imprescindibles en Gamla Stan, el casco antiguo de Estocolmo. Durante mucho tiempo, la Familia Real eligió este Palacio como residencia privada, pero en 1981 se mudó a Drottningholm, aunque los reyes Carlos Gustavo y Silvia siguen teniendo sus despachos en él.
El Palacio Real es uno de los más grandes de Europa y el recorrido por sus estancias permite admirar sus espléndidas habitaciones y magníficos vestíbulos, pero también los museos que acoge: Livrustkammaren, Skattkammaren (El Tesoro), el de Tre Kronor, el Museo de Antigüedades Gustaf III, la Capilla Real y la Biblioteca Bernadotte. Es en este mismo lugar, donde todos los días, a mediodía, se celebra el cambio de guardia con toda la pompa y solemnidad que requiere el acto.
Del palacio a la Catedral de San Nicolás, donde Victoria de Suecia dio el sí quiero a Daniel Westling el 19 de junio de 2010, como en esa misma fecha pero años antes y en el mismo escenario lo habían hecho sus padres. Un momento especial para el que eligió un vestido del diseñador sueco Pär Engsheden. Como él, la lista de los proveedores reales suecos es larga, porque solo en Estocolmo hay unos sesenta, pero para los que quieran hacerse una idea de sus gustos ahí están los sombreros y tocados de Kittys Hattar; las antigüedades de Bukowski Auktioner; la joyería y plata de W.A Bolin y Atelier Borgila; los productos de piel de Palmgrens; la cristalería en Orrefors y Kosta Boda…
Una ruta de compras reales podría empezar en la tienda de decoración de interiores Svenskt Tenn (svenskttenn.se) en Strandvägen; continuar en la misma avenida en la firma de joyería Gaudy (gaudy.se), donde las damas reales adquieren joyas y aderezos, y concluir en Ostermalm, el barrio de moda de Estocolmo, para recuperar fuerzas tras la caminata con chocolates hechos por los maestros chocolateros de Chokladfabriken (chokladfabriken.com).
Para otro tipo de ocio, el recorrido por los lugares vinculados con la heredera al trono sueco lleva hasta el Teatro Oscar, en el que hace unas semanas se celebró el 70 cumpleaños de la Reina Silvia; el Konserthus, donde la Familia Real sueca en pleno acudió a un concierto para festejar los cuarenta años en el trono del rey Carlos Gustavo, tras cenar en el museo Nórdico, y el Concert Hall -la sala de conciertos que alberga la ceremonia de los Nobel-, donde tuvo lugar el concierto previo a la boda de la princesa Victoria.
Y para el disfrute también, hay que reservar mesa para cenar en el restaurante Operakällaren (operakallaren.se), un clásico en la capital, capitaneado por el chef Stefano Catenacci, encargado de servir el menú nupcial de la boda de Victoria de Suecia y Daniel Westling. Con un ambiente majestuoso y asomado al agua y al Palacio Real, se encuentra en el mismo edificio que Kungliga Operan (la Ópera real) y cenar en él es toda una experiencia donde degustar delicatessen internacionales presentados de una manera exquisita.
Para acabar el día, nada mejor que la exclusiva discoteca Café Ópera, donde los novios celebraron con una fiesta su despedida de solteros rodeados de reyes y reinas, príncipes y princesas, autoridades y personalidades de la sociedad sueca. Que a la monarquía también le gusta divertirse
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