Tres escapadas inolvidables por el Sur de Francia para hacer en coche
Para los que en su próximo viaje no quieren perder el tiempo en los aeropuertos, te proponemos tres excursiones al país vecino llenas de encanto: Auch, Cahors y Rocamadour, todas ellas en la región de Midi-Pyrnénèes.
Patria de D’Artagan, La Gascuña es una amplia e histórica provincia de Francia situada entre los Pirineos, el valle del Garona y la costa Atlántica que también es conocida por esconder un inigualable conjunto de villas fortificadas de época medieval: las famosas bastidas. Como punto de partida, Auch, la tranquila y monumental ciudad situada a orillas del Gers y dominada por un castillo que aparece colgado de los escarpes rocosos que se precipitan al río. Una monumental escalera decorada con la estatua del legendario mosquetero, enlaza la parte alta y baja de la ciudad, a cuyo alrededor se descubren las insólitas pousterles, unas estrechas callejuelas con escalones que descienden la pendiente y que permitían antiguamente a los habitantes ir a buscar el agua al río. Dominando la ciudad, el conjunto majestuoso constituido por la Torre de Armañac, la catedral Sainte-Marie, inscrita en el Patrimonio Mundial, como etapa principal en los caminos de Santiago de Compostela, y la Prefectura (antiguo palacio arzobispal). En el entorno de la animada plaza de la Liberación y de las callejuelas medievales adyacentes hay bonitas tiendas, cafés y restaurantes donde degustar desde el mejor foie gras a los confits, sin olvidar el Armañac, el apreciado aguardiante que se produce en esta provincia francesa.
No te pierdas: -Seguir uno de los dos circuitos peatonales señalizados que parten de la oficina de Turismo. -Los tesoros de la Catedral: el coro, las vidrieras de Arnaut de Moles y el gran órgano del siglo XVII. -El Museo de los Jacobinos, con una magnífica colección de arte precolombino.
Del majestuoso decorado del valle del Lot, surge Cahors, una ciudad de arte e historia con un casco antiguo, intacto y deliciosamente vivo que lleva por calles medievales del puente Valentré –con sus tres torres fortificadas- hasta la catedral de Saint-Étienne, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad, pasando por la plaza del mercado, los Jardines Secretos y el animado bulevar Gambetta, la calle principal de la localidad, llena de tiendas donde detenerse.
No te pierdas: -La panorámica de Cahors y el meandro del Lot desde el monte Saint-Cyr, ya sea al amanecer, cuando la bruma se disipa para mostrar la ciudad, o por la noche. -Buscar el diablillo esculpido en una de las torres del puente Valentré, que evoca la leyenda de la construcción de este. -Acercarte a Saint-Cirq-Lapopie, uno de los pueblos más bonitos de Francia por su emplazamiento, al borde de un acantilado.
Distancia: 325 de Hendaya y a 335 de La Junquera.
ROCAMADOUR
Literalmente colgada de un paredón rocoso de la estrecha garganta del río Alzou, sus casas, tejados e iglesias parecen obra de un genio, aunque su origen hay que buscarlo en los milagros atribuidos a la imagen de la Virgen Negra que apareció en el lugar y que lo convirtió desde la Edad Media en un centro de peregrinación. El recorrido comienza en la puerta del Figuier y discurre por la calle de la Couronnerie, la única de Rocamadour, animada, llena de tiendas y bellas residencias. Una monumental escalera asciende hasta el corazón de Rocamadour donde se agrupan en una explanada protegida por la roca ocho antiguas iglesias y capillas, entre ellas la de Notre-Dame, que acoge la Virgen Negra. La panorámica desde el mirador del castillo, que corona el pueblo, ofrece una panorámica vertiginosa de la ciudad sagrada.
No te pierdas: -La iglesia de Saint-Sauveur y la cripta de Saint-Amadour, declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco por su importancia en el camino de peregrinación a Santiago de Compostela. -La mágica panorámica nocturna -A los pies de la localidad, el cañón de Alzou y el valle del Ouysse para los que se animan con las excursiones