Para esquiadores, defensores de la ecología y, sobre todo, amantes del buen cine. Te descubrimos el hotel del reconocidísimo actor americano en un pequeño rincón nevado del estado de Utah.
Se llama Sundance Resort (sundanceresort.com) y tiene el honor de ser uno de los primeros hoteles creados por una estrella, en este caso del cine, porque detrás de él está el mismo Robert Redford. A él se debe su nombre, inspirado en el personaje que el propio actor interpretó en la película Dos hombres y un destino, junto a Paul Newman, y también el famoso festival cinematográfico internacional que se celebra a finales de enero en Park City, cerca de Salt Lake City, la capital del estado de Utah, y del que han salido grandes cineastas, como Quentin Tarantino o los hermanos Coen.
Desde que Redford pusiera sus ojos en este lugar han pasado más de cuarenta años, pero Sundance Resort sigue fiel al mismo espíritu, es decir un refugio de montaña para los amantes de la naturaleza y del buen cine. No es un hotel de lujo al uso, como correspondería a una celebrity, porque eso no es lo que va buscando una persona como él que ha recorrido el mundo, sino comodidad y ambiente familiar en un lugar en armonía con el entorno y que preserva la belleza del paisaje. Por eso este alojamiento es en parte un hotel ecológico y en parte un punto de encuentro de artistas, el equilibrio perfecto entre lo ético y lo estético.
Situado en plenas montañas Rocosas, en la ladera del monte Timpanogos y junto a las pistas de esquí de Park City, sus estancias son sencillas, incluso algo sobrias, y en el interior predominan los muebles de madera, los textiles de colores naturales y los detalles artesanales. Un ambiente entre lo campestre y lo chic para sus estudios, apartamentos, lofts y suites con chimenea y también para sus cabañitas individuales de hasta cuatro habitaciones en plena naturaleza, donde se puede incluso contar con la asistencia de un mayordomo o un chef privado.
Además del esquí o del snowboard en esta época en la estación de Park City, los huéspedes de este hotel galardonado con multitud de premios también pueden asistir a clases de arte, proyecciones de películas del festival de Sundance, ver exposiciones, relajarse en el spa y disfrutar de la oferta culinaria de sus dos restaurantes, el Tree Room, para amantes de la alta cocina, y más informal, el Foundry Grill, donde también darse un buen festín y quién sabe si sentarse a la mesa justo al lado del mismísimo Robert Redford.