48 horas en… Edimburgo, amor a primera vista
Por muchas veces que se haya venido a la capital de Escocia nunca deja de impresionar su perfecta imagen de postal. Ese amor a primera vista se renueva de inmediato al contemplar su insólita escenografía urbana marcada por siete colinas y que incluye un precioso castillo, innumerables torres y una sobria arquitectura de piedra, entre parques y jardines de un intenso color verde.
VIERNES: NEW TOWN
En Edimburgo todos los caminos llevan a Princess Street, su principal calle comercial y su mirador más privilegiado. Desde aquí se domina el Castillo, la Old Town o Ciudad Antigua, varias de sus colinas más emblemáticas y, a lo lejos, el Mar del Norte. A un lado de la calle se agolpan los grandes almacenes. Y al otro, un inmenso jardín y la National Gallery (nationalgalleries.org), una de las mejores pinacotecas de Europa. Se pueden pasar horas explorando Princess Street: subiendo al monumento dedicado a Walter Scott, entrando en la Iglesia de St. John, rebuscando en sus tiendas, pero basta adentrarse en alguna de las calles que la cruzan para descubrir la New Town, diseñada a mediados del siglo XVIII. La primera calle paralela a Princess Street es Rose Street, donde abundan los pubs. Y, más allá, George Street flanqueada por dos magníficas plazas. Aquí hubo muchos bancos e instituciones financieras que hicieron rico a este país, hoy convertidas en tiendas, restaurantes y hoteles de lujo. Las mejores se encuentran en el entorno de St. Andrew Square donde el café restaurante del último piso de Harvey Nichol’s (harveynichols.com) ofrece unas vistas insuperables. Para cumplir la tradición británica de tomar el té de las cinco y sus sándwiches de pepino y de jamón con mostaza, hay que acercarse, mejor el viernes, al hotel The Scottsman Hotel (/scotsmanhotel.co.uk) o al The Dome (thedomeedinburgh.com), toda una institución.
Antes de que se ponga el sol vale la pena subir a Calton Hill, la más asequible de las colinas de Edimburgo pero también la más pintoresca, con sus múltiples monumentos neoclásicos erigidos a principios del siglo XIX con el fin de convertirla en una nueva Acrópolis ateniense. Desde su modesta cima se domina gran parte de la ciudad pero también Arthur’s Seat, otra de sus colinas más emblemáticas. Quien quiera probar buena cocina escocesa, en las mismas faldas de Calton Hill, en la elegante Royal Terrace se esconde uno de los mejores restaurantes de Edimburgo, el Paul Kitching's 21212 (21212restaurant.co.uk) con una estrella Michelin.
SÁBADO: HOLYROOD
Quien se sienta con energía al despertarse puede dirigirse directamente a Arthur’s Seat el punto más alto del Parque Real de Holyrood. Esta colina de origen volcánico puede parecer un lugar inexpugnable pero en realidad está muy cerca. Allí se va a sentir en mitad de las Highland, ya que en estas Tierras Altas escocesas en miniatura no faltan restos de una capilla medieval, lagos encantados y un misterioso glen o valle. Al volver, parada obligatoria en el Palacio de Holyrood donde vivía María Estuardo y donde todavía se aloja la familia real cuando viene a la capital. Enfrente, en contraste, llama la atención el controvertido edificio del Parlamento de Escocia, de Enric Miralles.
OLD TOWN
Y ya se está en la Royal Mile, la columna vertebral de la Old Town. Una calle de kilómetro y medio que une el Palacio con el Castillo y representa el corazón de la ciudad antigua. A cada paso surge un callejón con sorpresa, un pequeño museo, un jardín encantado o un patio rodeado de minúsculos rascacielos. Hay también varias iglesias como la de Canongate donde se casó Sarah, la hija de la Princesa Ana o St Giles, el templo principal de la Iglesia de Escocia, cuyo fundador, John Knox, vivía en una casa de esta misma calle convertida en museo.
Quien quiera saber cómo eran de verdad las grandes casas de esta arteria, solo tiene que entrar en el Museo de la Ciudad (edinburghmuseums.org.uk). Hay numerosas posibilidades de hacer paradas técnicas en este recorrido, ya sea en un pub como World’s End (worldsend-edinburgh.co.uk) o un café como el Elephant House (elephanthouse.biz) en George IV Bridge, donde J.K.Rowling comenzó a escribir su primera historia de Harry Potter. Se encuentra muy cerca del remodelado Scottish Museum (nms.ac.uk) también con entrada libre y repleto de tesoros, incluido The Tower (tower-restaurant.com), un restaurante donde almorzar con vistas al Castillo.
Después de pasar por la sede del famoso Festival de Edimburgo, ubicado en una flamante iglesia del siglo XIX, nada mejor que curiosear por las tiendecitas de Victoria Street para luego terminar en el Grassmarket, repleto de pubs y restaurantes económicos. Y quien quiera conocer lo que da la ‘marcha’ en Edimburgo solo tiene que andar unos minutos hasta Cowgate donde están los principales garitos nocturnos y discotecas.
DOMINGO: PUERTO DE LEITH
Se puede comenzar la mañana explorando el resto de la New Town, con sus inmaculadas plazas y terraces de estilo neoclásico y diversas formas geométricas. Y luego pasear a lo largo del río Leith que divide la New Town en dos partes a través de un frondoso valle salpicado de pequeñas cascadas que parece llevarnos a un paisaje en mitad de la naturaleza cuando en realidad se está en pleno centro urbano. Los amantes del arte contemporáneo deben seguir el curso del río hacia el oeste hasta la Scottish National Gallery of Modern Art, el museo nacional de arte contemporáneo ubicado en dos grandiosos palacios del siglo XIX que antes fueron colegios. La entrada es gratis, aunque no las exposiciones temporales.
Para los que prefieran conocer en cambio uno de los jardines botánicos más bonitos del mundo, solo tienen que seguir en dirección opuesta para llegar al Royal Botanical Garden (rbge.org.uk) entre cuyas maravillas se incluye un deslumbrante jardín chino. Sea cual sea la opción que se haya elegido a la hora del almuerzo el destino común es el puerto de Leith, a orillas de la ría del Forth con la vista puesta al Mar del Norte. Allí se concentran los mejores restaurantes de pescado en un ambiente alternativo donde tan pronto se pueden ver viejos almacenes reconvertidos en apartamentos de lujo como un inmenso centro comercial diseñado por Terence Conran donde se esconde el famoso Britannia, el que fuera yate de la familia real que ahora se puede visitar descubriendo los diferentes camarotes y salones donde viajaron por todo el mundo personajes como la actual Reina o Diana Princesa de Gales.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
Desde las principales ciudades de España vuelan a Edimburgo numerosas compañías.
Cómo moverse
Desde el aeropuerto lo más cómodo es utilizar el servicio de autobuses Airlink (lothianbuses.co.uk). Aunque todo el centro se puede hacer a pie resulta práctico adquirir un billete de autobús válido para un día. También hay autobuses turísticos y, si se van a visitar muchas atracciones históricas, resulta práctica la Edinburgh Pass.
Dónde dormir
La oferta hotelera es amplísimas con hoteles tan especiales como el G&V Royal Mile Hotel (quorvuscollection.com), alojamiento de cinco estrellas en pleno corazón de Edimburgo, o el Hotel du Vin (hotelduvin.com) indicado para amantes del vino pero también de la buena vida que compiten con clásicos como The Balmoral (roccofortehotels.com), desde hace unos años con el sello Rocco Forte o The Scotsman (scotsmanhotel.co.uk), ubicado en la carismática sede original del periódico con más solera de Escocia.
Dónde comer
Edimburgo cuenta con varios restaurantes con estrellas Michelin. El 21212 (21212restaurant.co.uk) en Royal Terrace dirigido por Paul Kitching que ha revolucionado la cocina escocesa. Entre los otros vale la pena probar la cocina de Martin Wishart (restaurantmartinwishart.co.uk), el más veterano. Si el presupuesto no llega para estos altos vuelos gastronómicos, se puede probar en el vegetariano David Bann (davidbann.com) que está muy bien.
Ocio nocturno
Hay infinidad de pubs tradicionales donde hacer una cata de maltas escocesas. Los mejores suelen estar en el entorno de la Royal Mile y Grassmarket. En plan cóctel y ‘gente guapa’, George Street es la apuesta segura.
Compras
Las mejores tiendas se encuentran entre Charlotte Square y St Andrew Square en George Street y aledaños. Los grandes almacenes y marcas multinacionales en Princess Street, empezando por el Jenners o el “Harrods” escocés. En la Royal Mile se concentran las tiendas de recuerdos y productos escoceses. Tiendas curiosas en Victoria Street y Cockburn Street.