Vietnam, de punta a punta, en busca del dragón
De la vanguardista ciudad de Saigón a la bahía de Halong, el paisaje más hermoso del país, un recorrido por el sensual mundo tropical de Indochina.
En Saigón, al caer la tarde, parece que todo el mundo recorre en sus motocicletas los bulevares del centro, sobre todo Le Loi y Nguyen Hue. Los calores del mediodía se van con la brisa que viene del río y la ciudad recobra el pulso. Aunque Saigón, o Ciudad Ho Chi Minh -según el nombre oficial que nadie utiliza en la calle- nunca se detiene. Incluso en los tiempos de mayor aislamiento, ha estado siempre a la vanguardia. La falta de una historia centenaria y la presencia durante décadas de extranjeros hacen de ella una ciudad que mira al futuro y es el motor de la economía nacional.
A pesar de los cambios, todavía es posible perderse en esta ciudad por las pagodas para presenciar los ritos centenarios de quemar barritas de incienso, dar limosna a los monjes, hacer sonar el gong o soltar pájaros a cambio de unas monedas. Y, en las plazas, comprar billetes de lotería de sorteos incomprensibles, probar frutas de sabor desconocido o hacerse pintar las uñas de los pies a la sombra de un tamarindo. Y se puede revivir perfectamente la escena de observar la vida pasar delante de uno mientras se toma una bebida en la terraza del hotel Continental (igual que los personajes de El americano tranquilo, protagonizado por Michael Caine), en el bulevar Le Loi. Si te piden o no en matrimonio, como le ocurre a la protagonista de Indochina, Catherine Deneuve, no está garantizado.
Saigón parece estar sumida en la transformación más rápida posible, pero basta con salir al campo para darse cuenta que la mayoría de los vietnamitas mantienen formas de vida que parecen no haber cambiado en siglos. El delta del Mekong sigue siendo uno de los mayores arrozales del mundo, y un recorrido hasta Can Tho permite atisbar el ambiente rural que pervive aquí.
Los canales, como en otro tiempo, están surcados por barcas empujadas por remos cruzados manejados por mujeres. Por la mañana, el mercado flotante de Phung Hiep bulle con cientos de piraguas cargadas con mercancías. En tierra alternan los tenderetes de barras de pan francés con los de tabaco de mascar y serpientes, una de las delicias de la gastronomía local.
De todo Vietnam, Hué y Hoi An son los mejores lugares donde sumergirse en el pasado. Hoi An fue uno de los grandes emporios comerciales el Sureste Asiático desde el siglo XVII, y aunque hoy es poco más que una pequeña ciudad de pescadores todavía conserva los restos de su pasado en casas, pagodas, puentes y salas de asambleas de las congregaciones chinas.
Pero la gran ciudad histórica es Hué. No porque sea la más antigua, sino porque fue, en el siglo XIX, la capital de los emperadores de Vietnam, donde mandaron construir la gran Ciudadela y las más fastuosas tumbas. En Hué se debe cruzar el río Perfumado y pasar bajo las puertas de la muralla antes de penetrar en la Ciudadela que todavía conserva lo suficiente como imaginar sus fastos pasados. En su interior se levantaba el Recinto Imperial, y dentro de este, la Ciudad Púrpura Prohibida, reservada para la vida privada del emperador.
El camino hacia la bahía de Halong pasa por Hanoi. La capital acepta los cambios de manera más lenta que Saigón. Aquí hay grandes edificios de oficinas y cada pocos meses se abre un hotel de cinco estrellas pero, al mismo tiempo, es una de las capitales asiáticas que mantiene mejor su espíritu. Sus anchos bulevares arbolados y las mansiones coloniales le dan un curioso toque europeo, y el teatro Municipal parece una copia de la Ópera parisina. Todo ello contrasta con el trazado de la vieja ciudad amurallada del siglo XV.
Sin duda, el paisaje más hermoso del país es la bahía de Halong. Más de tres mil islotes surgen del mar y crean un mundo inimaginable de roca y agua. Halong significa ‘dragón ardiente’ y una leyenda afirma que este paisaje fue creado por la cola de un dragón en su camino desde la montaña hasta el mar. Al amanecer siempre hay jirones de niebla entre las rocas, y entonces se tiene la impresión de estar delante de un cuadro. Después se continúa la navegación entre la bruma y el silencio por este paisaje de misterio en busca del dragón mitológico.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
Thai Airways ofrece las mejores conexiones entre España y Vietnam, con vuelos directos entre Madrid y Bangkok y posibilidad de elección entre Hanoi y Ho Chi Minh City (Saigón) como puntos de entrada y salida de Vietnam. Air France la misma posibilidad, vía París.
Cuándo ir
El clima de Vietnam es tropical húmedo. La estación lluviosa dura entre mayo y septiembre. Las temperaturas en el norte son mucho más frías que en el sur.
Cómo moverse
Hay vuelos diarios de diferentes compañías entre las principales ciudades. Una forma interesante de conocer el país es viajar en tren; se puede hacer el viaje entre Hanoi con Ho Chi Minh City (1.729 kilómetros) o solo una parte. La forma más cómoda de recorrer el país por tierra es con un coche alquilado con conductor. Para moverse en las ciudades lo mejor es el taxi.
Dónde dormir
En Ciudad Ho Chi Minh, la dirección clásica es el Hotel Continental, situado frente al Teatro Municipal. Otra apuesta segura y tradicional es el Rex Hotel, con un excelente restaurante en la terraza del piso quinto. En Hué, el Huong Giang, a orillas del río Perfumado, con un buen restaurante. En Hanoi, dos opciones extraordinarias: el Meliá Hanoi, muy céntrico y con estilo, y el Sofitel Legend Metropole, con varios restaurantes y piscina.
Dónde comer
En Ciudad Ho Chi Minh, Maxim's (13-17 Dong Khoi) es posiblemente el mejor restaurante de Vietnam, con muchas especialidades gastronómicas chinas. En Hué, Lac Thanh y el Lac Thien (no confundir los nombres) se encuentran pared con pared en Dinh Tien Hoang sirven banh khoai, una especialidad de Hué que es una especie de crepe con gambas, carne y brotes de judías. En Hanoi, el Restaurant 22 (22 Hang Can), en el primer piso de una casa a la que se accede por un estrecho pasillo es una de las mejores sorpresas culinarias de Vietnam.
No te pierdas…
Entre los 500 templos de Ho Chi Minh City (Saigón) las pagodas de Giac Lam, Vinh Nghiem y la de las Tortugas, el barrio chino de Cholon y un recorrido de al menos dos días por el delta del Mekong desde HCMC. En Hoi An, la pagoda dedicada a la diosa del mar, el puente cubierto japonés del siglo XVI y varias casas de ricos comerciantes. En Hué, la Ciudadela con la Ciudad Prohibida y, a las afueras, la pagoda de Tien Mu y las tumbas de los emperadores. En Hanoi, las callejuelas de la Ciudad Vieja -donde perviven todavía modos de vida de otro tiempo- y las villas francesas y el teatro municipal de la Nueva. Y la bahía de Halong, en la que abundan las grutas y los túneles, muchos de los cuales se han convertido en santuarios.
Más información
Turismo de Vietnam.