Un viaje en busca del oro líquido de la Ribera del Duero
Durante la próxima vendimia, os invitamos a descubrir los secretos de un fascinante recorrido por las tierras de Castilla y León y la elaboración del vino.
Una noche de luna llena en época de vendimia es el mejor momento para sobrevolar los parajes fértiles de la naturaleza y soñar con el sabor del próximo vino. En la Ribera del Duero, las viñas crecen junto a los rosales en un paisaje tintado de cultura vinícola. Un lugar pintoresco donde, entre los campos de centeno y vid, nace una Denominación de Origen apreciada por su intenso sabor. Os invitamos a descubrir algunos secretos del milenario proceso de elaboración de esta fuente de vida, pasión y devoción acompañando el tránsito del río Duero.
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VALLADOLID
De camino a Valladolid, los campos vinícolas recrean un cuadro de colores centeno, añil y verde esperanza, todo un paisaje de sensaciones que inspiró a Rubens a su paso por la provincia. El pintor barroco materializó estas sensaciones en uno de los retratos ecuestres del Duque de Lerma, que le granjeó fama como artista entre los cortesanos españoles.
La provincia vallisoletana es un núcleo atractivo para el turismo enológico y una meseta idónea para parar a tomar la famosa sopa castellana, conocer la historia de sus castillos medievales y recorrer sus laberínticas bodegas de vino subterráneas, algunas en desuso. La comarca de Peñafiel es el lugar más representativo de la marca Ribera del Duero y atesora un buen número de encantos turísticos, como su alargado castillo, el Museo Provincial del Vino o el Museo Comarcal de Arte Sacro. Conviene conocer las bodegas Protos y su arquitectura aérea en forma de racimo, dormir en el hotel-bodega Arzuaga y hacer una visita teatralizada al Museo Casa de la Ribera, donde Mariano y Tomasa, un simpático matrimonio, traslada a los visitantes al siglo XVI.
Peñafiel brinda una estancia con sabor rural y una buena panorámica de los viñedos desde lo alto del castillo que domina todo el valle. En un recorrido fugaz por sus calles se descubre la Plaza del Coso, a la que se asoma un conjunto de viviendas con vistosos balcones que cobran vida durante la celebración de las fiestas de San Roque y, especialmente, durante la Bajada del Ángel el Domingo de Resurrección. Todo un espectáculo de emociones que se pueden disfrutar tomando una copa de vino de Ribera.
BURGOS
El equipo del afamado arquitecto Norman Foster dibujó pinceladas de su creatividad en esta región vinícola de encantos históricos y paisajes naturales. En un jardín de viñedos de Gumiel de Izán, Bodegas Portia es una obra de arte. Su distribución en forma de trébol desafía los conceptos tradicionales de la cultura vinícola y dispone las fases de recogida, fermentación y elaboración del vino en un baile de procesos cuidadosamente diseñados.
A pocos kilómetros de Portia, en Aranda del Duero se encuentran algunas bodegas subterráneas convertidas en peñas, comercios o espacios de culto. Visitar uno de estos espacios vetustos translada a la época de los gremios del vino y es fácil imaginar, según la leyenda popular, el Duero teñido de rojo en tiempos de excedentes. De especial mención es la Catedral de Santa María y la finca Torremilanos, un hotel de lujo frente a una gran extensión de viñedos donde pasar una noche de luna llena.
En los alrededores de la capital, es interesante conocer la bodega subterránea de Lagar de Isilla, en Peñaranda de Duero, el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino de Aranda de Duero o los yacimientos arquitectónicos de Atapuerca. Un viaje fascinante por la costumbre, tradición e historia de Burgos que integra una de las rutas del Camino hacia Santiago.
SORIA Y SEGOVIA
Surcando el río Duero por su cuenca celtíbera se llega a Soria, un buen momento para hacer un descanso y disfrutar de unas migas de pastor acompañadas por vino de la región. Soria es un enclave histórico integrado en la ruta del vino de la Ribera del Duero que cautivó a poetas románticos como Bécquer y fue su inspiración en esta tierra de leyendas. La ruta enoturística de la región lleva a El Burgo de Osma, Miño de San Esteban, Alcoba de la Torre o San Esteban De Gormaz, una serie de destinos vitivinículas que se entremezclan con los tonos verdes y ocres de la vid, el trigo y el resto de pueblos románicos de Soria.
Segovia atesora importantes atractivos turísticos y entornos rurales de singular belleza. El Duero baña esta histórica región de cepas, aromas y sabores vinícolas. Un paisaje que define la personalidad de aquellos pobladores que, en los albores de los siglos X y XI se empezaron a constituir en nuevos núcleos de población que son hoy el referente del arte de hacer vino. Un brindis por la Denominación de Origen de la Ribera del Duero.
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Ruta del Vino de la Ribera del Duero