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De la costa a los Alpes, prácticamente no hay ciudad ni pueblecito en Alemania que se resista a plantar su mercadillo navideño y lo llene de aromas exquisitos, artesanía y música de coros y orquestas de viento. Lo difícil es elegir, pero para que no te pierdas, aquí tienes tres de los más conocidos y afamados: el Chriskindlesmarkt de Núremberg, el Striezelmarkt de Dresde y el de Ulm.

Núremberg es una de las ciudades alemanas navideñas por excelencia. El Niño Jesús es el encargado de inaugurar el mundialmente conocido mercadillo que lleva su nombre (Chriskindlesmarkt) en el casco antiguo de la ciudad. En una atmósfera medieval se disfruta del tradicional pan dulce con especias (lebkuchen), de las salchichas típicas (bratwurst) y de muchas más especialidades. Uno de sus grandes atractivos son los conciertos de Adviento y de Navidad que se celebran en las iglesias, la tradicional muestra de nacimientos en la barroca de San Egidio y en la calle Spitalgasse, la exposición de los históricos puestos en el Ayuntamiento, la Navidad infantil en la plaza Hans-Sachs-Platz y la casa de las estrellas (Sternenhaus) en el monasterio Katharinenkloster. Y. Especialmente. el mercadillo de las ciudades hermanadas en la plaza del Ayuntamiento, que transporta a distintos lugares del mundo; los trabajos de artesanía en el patio de los artesanos, la procesión de luces hacia el castillo, los cines de Navidad o los paseos en coche de caballos. El Niño Jesús hace su aparición todos los días de martes a viernes a las 15:00 h y en el mercadillo infantil a las 14:30 h.

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Cuando las luces brillan, se respira el aroma de las almendras garrapiñadas y resuena la música de los trombones, entonces es que ha llegado el mercadillo de Navidad de Ulm. En la plaza de la catedral (Münsterplatz), frente al imponente escenario del campanario más alto del mundo, más de 120 puestos crean una atmósfera navideña llena de brillo y resplandor. Ovejas auténticas en el establo, figuras del nacimiento de tamaño natural, una carpa de cuento y animados eventos no dejan de causar entusiasmo a diario. Desde este sábado hasta el 2 de diciembre, Neu-Ulm se remonta a tiempos pasados. Podrás vivir la actividad medieval en las forjas, la elaboración de velas, el tiro de flechas con arco y el tiro de cuchillos, así como disfrutar de los numerosos productos de artesanía del mercadillo medieval de Navidad. Ofertas de viajes navideños y visitas guiadas por la ciudad especiales completan el festivo programa.

En el mercadillo Striezelmarkt de Dresde situado en el antiguo mercado (Altmarkt) cobran vida tradiciones que se remontan hasta el año 1434. El mercado debe su nombre al Christstollen, pan dulce con frutos secos y pasas original de Dresde, antiguamente llamado Striezel. Todos los años se celebra la Stollenfest en su honor, con un enorme desfile festivo. Un gigantesco Stollen de casi cuatro toneladas se pasea por las calles desde el palacio Zwinger, pasando por la ópera Semperoper, las iglesias Hofkirche y Frauenkirche, hasta llegar al mercadillo Striezelmarkt, donde continuando la fiesta se corta y reparte entre todos los presentes: todo un acontecimiento culinario. Las tradicionales piezas de artesanía de los alrededores despiertan la admiración e invitan a la compra: arte en madera procedente de los montes Metálicos, motivos impresos en blanco sobre tela azul (Blaudruck) y artículos de cerámica de Lusacia, pan de especias (Lebkuchen) de Pulsnitz, encaje de filigrana de Plauen o estrellas de Adviento de Herrnhut. El centro de atención del mercadillo es la pirámide navideña de los montes Metálicos que, con sus 14 metros, es la más grande del mundo, y alrededor de la cual se celebra la fiesta de la pirámide: una competición de canto con música vocal navideña.

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