Luna de miel en las Seychelles
Clima cálido, playas de arena blanca, aguas transparentes perfectas para bucear y un lujoso aislamiento es lo que parece que iba buscando la pareja más famosa de recién casados para su luna de miel, Catherine y Guillermo de Inglaterra. En este paraíso natural del Índico, al noreste de Madagascar, parece que lo han encontrado.
Antaño lo creían la ubicación original del jardín del edén; hoy en día, las Seychelles siguen ofreciendo una paz y tranquilidad increíble, una ecología única y, además, maravillosas oportunidades para practicar deportes al aire libre. Así pintado, el archipiélago es un lugar perfecto para una luna de miel o una escapada romántica, donde los novios reales ingleses parece que han aterrizado.
En el mapa, las islas parecen flotar en medio de las aguas azul turquesa del océano Índico, pero a medida que uno se acerca comienzan a despuntar. Primero, las interiores de Mahé, Praslin, Silhouette o La Digue, una masa de granito esculpidas por el viento, la lluvia y el mar lo largo de milenios. Al norte se encuentran Bird y Denis, y hacia el suroeste el grupo llamado las Islas Amirantes, con Desroches –donde Catherine y Guillermo ya disfrutaron de unas románticas vacaciones tras su ruptura en el año 2007-, Poivre, San José... Es prácticamente imposible nombrar a todos las islas, islotes y atolones de granito y coral que componen este país insular, da igual si cuentas los 115 que normalmente se nombran o los 155 que se enumeran en la Constitución de las Seychelles.
El archipiélago se extiende sobre un área enorme. El grupo de Aldabras queda a más de 1.100 kilómetros de Mahé, la isla más grande y donde vive casi el 90% de la población de las Seychelles. Allí se encuentra Victoria, la ciudad capital más pequeña del mundo, que hace de Mahé el centro económico y cultural, y foco de transporte para todo el archipiélago.
Aunque las islas fueron descubiertas por los europeos al inicio del siglo XVI -Vasco de Gama nombró las Amirantes en 1502 –; durante otro siglo y medio no llegaron a ser más que un punto de tránsito en las rutas comerciales entre África y la India, y un refugio para los piratas. Los franceses llegaron a habitar las islas en 1770, y los británicos tomaron el control en 1810; finalmente, la República de las Seychelles se independizó en 1976.
La tardía ocupación humana del archipiélago ha sido un gran beneficio. Aunque parte de la biodiversidad se perdió, no hubo la misma gran destrucción que ocurrió en muchos otros lugares del mundo. Hoy, las Seychelles son líderes mundiales en turismo sostenible, e incluso la relativamente poblada isla de Mahé disfruta de 65 hermosas playas y es un tesoro de flores y plantas, mientras que el resto del archipiélago es el hogar para especies únicas y espectaculares de flora y fauna: orquídeas, tortugas, aves marinas, peces...
Situada pocos grados al sur del ecuador, en las aguas turquesas del Océano Índico, las islas disfrutan de un cálido clima tropical durante todo el año, y esto, junto con su belleza natural y tranquilidad también fueron determinantes para que otra pareja de famosos: David y Victoria Beckham celebraran en este lugar su décimo aniversario de boda. Además de hermosas playas y paisajes tropicales, el cielo estrellado y una ecología única, el archipiélago ofrece fantásticas oportunidades para practicar deportes y actividades al aire libre. El clima está regido por dos vientos principales; el más fresco y más fuerte viene del sureste y predomina entre mayo y septiembre creando las condiciones ideales para la navegación. De abril a mayo y de octubre a noviembre son los mejores momentos para el buceo y el submarinismo, con temperaturas del mar que alcanzan hasta 29 º C, y una excelente visibilidad que permite observar con facilidad algunas de las más de 1 000 especies de peces que viven en estas aguas.
Durante el último medio siglo, los esfuerzos de los conservacionistas han hecho mucho para asegurar la vida tranquila de la fauna local, incluyendo la de las tortugas gigantes que se encuentran en muchas de las islas. Un aliciente más que hacen de este destino un auténtico paraíso natural y que, al menos una vez en la vida, habría que conocer.
Más información
Turismo de Seychelles