Por la ruta de las joyas de la corona

Mientras esperamos a saber si el anillo de boda de Catherine Middleton será de puro oro galés, como lo han sido los de las últimas tres generaciones reales, te invitamos a iniciar un recorrido por el mundo de las joyas de la familia real en Gran Bretaña.

por hola.com
El príncipe Alberto diseñó joyas para la reina Victoria. La reina María encargó más de 1.000 tiaras. La difunta reina madre lució una corona especialmente diseñada para el diamante Koh-i-Noor de incalculable valor. La reina también luce un broche cuyo valor, si se tasara, superaría los 50 millones de libras. La monarquía británica es muy aficionada a las joyas, no solo a los objetos ceremoniales sino también a las que forman parte de sus colecciones personales. Este es un itinerario para descubrirlas.

Clocau Gold, Norte de Gales
El oro de Gales es cobrizo y cálido y las minas de donde se extrae datan de la época de los romanos. El redescubrimiento de Clogau y la mina de St David en las colinas de Snowdonia en 1854 desató la fiebre del oro galés. Desde 1923, cuando la reina madre se hizo su anillo de boda de una pepita de oro galés, todos los anillos de boda de la familia real son de este tipo de oro: el de la reina, el de la princesa Margarita, el de la princesa Diana, el del príncipe Carlos y el de la princesa de Cornualles. El oro galés ya no se extrae para fines comerciales (Clogau cerró en 1998) y es extremadamente raro, pero si quieres seguir la estela de este oro te recomendamos una visita subterránea a la mina Dolaucothi, en Pumsaint, abierta de abril a octubre. Aunque los mejores ejemplos de oro galés los encontrarás en la capa de oro Mold del Museo Británico; y en la copa de oro de 22 kilates que se hizo el dueño de la mina, Sir Watkin Williams-Wynn, en 1867, y que ahora forma parte de la colección del Museo Nacional de Gales, en Cardiff. No dejes de comprar joyas en Clogau Gold, donde cada pieza contiene una pequeña cantidad de oro galés.

Las joyas de la Torre de Londres
Las joyas de la corona nunca lo han tenido fácil: las del rey Juan se hundieron al cruzar The Wash; las del rey Carlos I fueron confiscadas por Cromwell, quien las vendió o las fundió; las de Carlos II fueron robadas por el famoso coronel Thomas Blood... Pero la colección es amplísima y una buena muestra las puedes ver en la Torre de Londres.
Entre la colección expuesta no te pierdas el diamante de 105 kilates Koh-i-Noor de la corona de la reina madre, la corona de pequeños diamantes de la reina Victoria, la Primera Estrella de la India, de 530 kilates en el cetro y la Corona del Imperio, adornada con más de 2.800 diamantes.
Siguiendo la ruta de las joyas por Londres, hay que pasar por Harry Collins, de Tunbridge Wells, que es también el joyero personal de la reina desde el año 2000. Y también por la que dicen es la joyería más antigua del mundo, Garrard, en 24 Albemarle Street, Mayfair, en otro tiempo joyeros de la corona ; y por Asprey, en 167 New Bond Street.

Los Honores de Escocia en el castillo de Edimburgo
María de Escocia lloró durante toda su coronación, en 1543, aunque para ser justos hay que añadir que tan sólo tenía seis meses y llevaba puestas las joyas de la corona de Escocia, conocidas como los Honores, incluyendo cetro y espada. Las joyas ceremoniales más antiguas del Reino Unido pueden verse hoy en la sala de la corona del castillo de Edimburgo www.edinburghcastle.gov.uk, construido por su hijo, Jaime VI.

Goldsmiths’ Hall
Goldsmiths’ Hall, está en Gresham Street, Londres, y lleva allí desde 1339. Es la sede de la una de las doce compañías encargadas de regular el oficio de la orfebrería, donde se examinan, se tasan y se marcan todos los metales preciosos. Se puede visitar varias veces al año e, incluso en septiembre, admirar los trabajos de los mejores orfebres del mundo. También es recomendable pasar por la súper segura Cámara de la Moneda en los claustros de la abadía de Westminster.

El Barrio de los Joyeros de Birmingham
La ciudad de Birmingham, en el corazón de Inglaterra, es famosa por sus trabajadores de la metalurgia desde el siglo XIV. Esto unido al hecho de que no se pagaban albaranes convirtió a la ciudad en el centro del tráfico fluvial de la Gran Bretaña del siglo XVIII y en la capital de la orfebrería. Hoy el Barrio de los Joyeros es un destino más que recomendable, de donde proceden el 40% de las joyas de Gran Bretaña. Entre las cita ineludibles en él, el festival de joyería contemporánea Brilliantly Birmingham, que se celebra todos los años de noviembre a enero, la visita al Museo del Barrio de los Joyeros o a la Assay Office, la más activa del país, donde puedes llevar a tasar tus joyas o comprar piezas de plata Sterling en la tienda de regalos, y los cursos y talleres de orfebrería que organiza en verano la University’s School of Jewellery.

Comprar joyas en Londres
Todo el mundo conoce las joyerías de Bond Street, pero en Londres hay dos barrios más en los que buscar el brillo del vil metal: Hatton Garden, con más de 300 establecimientos relacionados con las joyas y 30 joyerías, o, si lo tuyo es la playa, London Silver Vaults al final de Chancery Lane, donde puedes comprar o vender plata, encargar tus propios diseños o traer tus joyas a reparar. En la Asociación de Joyeros de Gran Bretaña encontrarás un listado con todos los joyeros, las galerías y las exposiciones, como Dazzle (Londres) o The Jewellery Show (Birmingham) y consejos sobre cómo encargar joyas. Y en The Cut otro con los mejores y más jóvenes diseñadores de joyas de Londres.

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