La Cerdeña más chic
Las calitas de la llamada Costa Esmeralda siguen siendo, como en los años sesenta, uno de los refugios de la jet internacional. ¿No te gustaría perderte por este sublime tramo del litoral situado en el noreste de la segunda isla más grande del Mediterráneo?
La temporada de regatas patrocinadas por las grandes casas de lujo que se celebran sobre todo en los epicentros del chic de Porto Cervo y Porto Rotondo acotan, entre junio y septiembre, los glamourosos veranos que se gasta la Costa Esmeralda. No podía ser, si no asociada a los grandes yates, como se pintara la estampa estival de este escondite de ricos y famosos.
Cuando el Aga Khan se topó en los 60 con este tramo de litoral bañado por unas increíbles aguas color esmeralda comenzó la transformación de este salvaje y entonces prácticamente deshabitado pedazo del noreste de Cerdeña en uno de los rincones más exclusivos de Europa. Junto a un pudiente grupo de inversores adquirieron terrenos, se agenciaron a los arquitectos más punteros para diseñar hoteles y hasta el pueblito de Porto Cervo, en el que enseguida abrió tienda toda marca de prestigio que se precie; convencieron a Robert Trent Jones para que les diseñara un campo de golf a la altura del destino que soñaban, y no faltó la creación de marinas en las que atracar los mega yates de los niños mimados del mundo. Para ellos la Costa Esmeralda comenzó a sonar como un secreto a voces en el que fueron edificando las fastuosas villas que se adivinan entre los pinares.
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Perfumadas por los aromas del monte mediterráneo y salpicadas de roquedos modelados por el Mistral, las playas de la Costa Esmeralda son un auténtico paraíso. Desde la más larga de Liscia Ruia hasta las más familiares playitas gemelas de arena blanquísima de Capriccioli; desde las tan frecuentadas por las celebridades Spiaggia del Principe, Spiaggia Pevero y Cala di Volpe, hasta las de Romazzino, junto a uno de los hoteles más exclusivos de la costa y avecinada también de villas que son puro hedonismo. Además, hoteles exquisitos, románticas terrazas con vistas de escándalo, restaurantes de primera y estilosísimos locales de copas son, junto con la belleza agreste del paisaje, el santo y seña de esta porción de la segunda isla más grande del Mediterráneo.
Por sus alrededores no faltan alicientes, como recalar en los misteriosos restos megalíticos de Nuraghe Albucciu, junto a la carretera a Arzachena, o continuar desde allí caminando a las ruinas del Templo di Malchittu; acercarse a aplaudir las emocionantes puestas de sol que despachan los divanes del Phi Beach de Forte Cappellini y ya empalmar con alguna de sus fiestas al aire libre, o probar si no a acceder al Billionaire Club de Flavio Briatore para codearse con la flor y nata.
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Y, aunque la Costa Esmeralda se lleve toda la fama, poco más al norte aparecen nuevos tesoros que sería un pecado perderse. Enfrentadas al mar, las fantasmagóricas moles de granito esculpidas por el viento y las olas de Capo d’Orso y Capo Testa o, imprescindibles, las siete islitas del archipiélago de La Maddalena que, protegidas como Parque Nacional, se dejan explorar en barquichuelas que parten del pueblito de Palau hacia su idílico universo de calas y escolleras posadas sobre un mar de transparencias caribeñas.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
Olbia tiene un aeropuerto muy próximo a la Costa Esmeralda. Hay vuelos con escala de Iberia que operan todo el año a partir de unos 300 € y, en verano, también los hay directos desde Madrid y Barcelona con Air Nostrum a partir de 191 €. Desde Barcelona también es posible llegar en ferry a la cercana ciudad sarda de Porto Torres, y hasta de embarcar el coche, con Grimaldi Lines.
Moverse por la isla
Casi esencial alquilar un coche, ya que los taxis son carísimos y el transporte público casi inexistente. A través de Avis se puede alquilar uno en verano a partir de 181 €.
Viajes organizados
En cualquier agencia de viajes pueden consultarse programas que incluyen Cerdeña, como Catai, con los vuelos, traslados y una semana en un cuatro estrellas de la Costa Esmeralda a partir de 1.354 €. Este touroperador da también la opción de llegar en barco desde Barcelona incluso embarcando el coche.
Dónde dormir
Los tres ‘refugios’ de la Luxury Collection de la cadena Starwood son un acierto seguro para una estancia de nivel tanto por la espectacularidad de su ubicación frente al mar como por su estilo y exclusividad: el Cala di Volpe, el Pitrizza y el Romazzino; todos ellos en Porto Cervo. De lo más apetecibles también, el cinco estrellas y centro de belleza Villa Armoni, o el igualmente selecto L’Ea Bianca Luxury Resort, frente al archipiélago de la Maddalena.
Dónde comer
Los restaurantes de los hoteles mencionados son todos asombrosos. También, a dos kilómetros de Porto Cervo, I Frati Rossi (Località Pantogia), con cocina tradicional y fantásticos pescados con vistas al golfo de Pevero, y el Gianni Pedrinelli (Località Piccolo Pevero), todo un icono del chic en la Costa Esmeralda. También de lo mejor de Porto Cervo, el romántico y más informal Rosemary (Via Spargi, Liscia di Vacca), con espectaculares vistas desde lo alto de una colina.
No te pierdas
Su montañoso interior. Es menos conocido que su costa, pero está cuajado de historia en sus pueblos y ciudades, amén de unos paisajes agrestes e intactos por los que incluso una semana se quedaría corta dado el tamaño de la isla.
Más información
Oficina de Turismo Italiano en España y Turismo de Cerdeña.