Anímate a viajar al Norte de Noruega. Una temporada más ofrece uno de los espectáculos naturales más mágicos del mundo: las auroras boreales. Pero esta es especial; se espera que sea uno de los mejores años para admirarlas.
Noruega es el destino ideal para disfrutar de verdad del invierno. La nieve cubre todas sus montañas facilitando la práctica de todo tipo de actividades de invierno como el esquí, el trineo de perros, excursiones en moto de nieve o simplemente, paseos por bosques nevados.
Situada en la parte más septentrional de Europa, la Laponia Noruega es el paraíso del invierno para los amantes de esta época mágica. La oferta turística en invierno es amplísima: desde disfrutar de una auténtica velada sami, atravesar los blancos paísajes en una moto de nieve o en un trineo de perros, pescar y degustar el cangrejo real, y, por supuesto, una de las experiencias que quedan para siempre en la memoria: contemplar las auroras boreales.
La aurora boreal es un fenómeno físico que se produce cuando la actividad solar es más fuerte de lo normal, dando lugar a grandes descargas eléctricas que lanzan partículas cargadas de electricidad a la tierra. Dichas partículas se iluminan al chocar con la magnetosfera terrestre, regalando así este espéctaculo natural que deja anodadado al visitante. La aurora boreal se manifiesta como una luz fluctuante que varía de forma, intensidad y color, pasando por una amalgama de colores muy variados.
El sol tiene perídos de tranquilidad y otros de mayor actividad durante, aproximadamente, ciclos de 11 años. El último período más activo del sol se dio en 2001, por lo que se preveé que a finales de este año, inicios del 2011, la contemplación de las auroras boreales sea mayor y por ello se pueda llegar a disfrutar de este milagro de la naturaleza como muy poca gente ha llegado a hacerlo.
Los mejores meses para avistar las auroras boreales son entre octubre y marzo y se recomienda evitar la luna llena, lugares muy iluminados e ir bien abrigado. Conviene recordar que uno se encuentra a merced de la naturaleza, por lo que la paciencia será el mejor aliado en los momentos de espera. Algunos de los lugares recomendados para su contemplación son Cabo Norte, la ciudad de Tromsø o Alta, además estas ciudades son un buen punto de partida para todo tipo de actividades que nos permitirán descubrir los placeres del invierno en el Norte de Noruega.