Tree Hotel o la experiencia de dormir en un árbol
No es lo mismo trepar a un árbol que pasar un fin de semana subido a él. Si pensabas que lo habías visto todo en hoteles, el que acaba de abrir sus puertas en un bosque de Harads, en el condado sueco de Norrbotten, seguro que te va a sorprender porque es de lo más original.
La naturaleza, los valores ecológicos, la comodidad, el diseño y la colaboración de algunos de los arquitectos y diseñadores más importantes de Escandinavia han dado forma a este singular hotel que brinda una experiencia única a sus huéspedes, la de sentir durante toda su estancia el susurro del viento entre los árboles, la fragancia del bosque en el campo y el canto de los pájaros al alba.
El Tree Hotel ofrece seis propuestas de alojamiento a cuál más singular, y todos camuflados a la perfección en el entorno, desde un refugio para una familia con dos niños que simula un nido de pájaro hasta un ovni, una habitación de 30 m2 también para cuatro plazas cuyo interior, moderno y confortable, se distribuye en dos alturas y cuenta con todo lo necesario para hacer realidad un sueño de la infancia: el de viajar en una nave espacial.
A través de un puente se accede al Cono Azul, una sala de diseño en el bosque, construida con una estructura tradicional de madera y tres bases en el suelo que da altura y la estabilidad al mismo tiempo. En sus 22 m2 acoge cuatro camas, altillo, dormitorio, baño y salón, y todo ello adaptado a discapacitados. También accesible por una pasarela hay que entrar en La Cabaña, una especie de cápsula que surge entre los árboles pensada para parejas y donde no falta la terraza asomada el río Lule.
Para satisfacer el creciente interés por la aventura y el ecoturismo ha sido ideada Mirror Cube, una curiosa sala de 4x4x4 cuyo exterior de espejo crea un camuflaje natural. Es para dos plazas y sus ventanas ofrecen un panorama perfecto en todas la direcciones. Perfecta para la observación es, como indica su nombre la última de las propuestas de alojamiento del Tree Hotel: Una habitación con vistas. La componen tres áreas específicas unidas en una sola: una sala de estar y la cocina, con vistas al río; las habitaciones, al bosque, y el baño, que permiten ver el cielo. El diseño de este espacio de 24 m2 para dos personas crea también una terraza natural entre los altos pinos.
Caminar con raquetas de nieve en busca de una aurora boreal o navegar en kayak por el histórico río Lule son algunas de las actividades que los alojados pueden hacer en el entorno, pero si tus días en Harads los quieres dedicar exclusivamente al relax, el hotel también cuenta con una sala en un árbol que incluye sauna de vapor y zona de relajación, que en estas tierras escandinavas estos rituales no podían faltar.
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