Fuerteventura, exóticas playas, buen clima y una ‘maldición’
Piensa en la isla que guarda algunos de los arenales más bellos de Europa. ¿Ya? No, no te vayas lejos con tu imaginación, está en las Islas Canarias. Te descubrimos sus lugares imprescindibles y uno de sus grandes misterios, el que según una leyenda asegura que el azote de los vientos del Sáhara que padece se debe a una maldición.
Buen clima, exóticas playas y valiosos recursos naturales y geológicos hacen de las Canarias las Islas Afortunadas. Pero la más antigua de ellas, Fuerteventura, también es ventosa y, cuenta la leyenda, que todo se debe a una maldición lanzada por una madre guanche contra la tierra de la que Don Pedro Fernández de Saavedra, allá por el siglo XV, era señor. Con él vivió una relación amorosa tras la cual nació un hijo ilegítimo, pero también fue el causante de su desgracia: la muerte de éste. Cuando todo sucedió, Laurinaga elevando los ojos al cielo invocó a los dioses guanches y, como relata la leyenda, a partir de ese momento los vientos ardientes del Sáhara comenzaron a soplar sin medida, las flores se quemaban y toda la isla se convirtió en un esqueleto agonizante, que, según la maldición, acabará por desaparecer. El conjuro, de momento, está muy lejos de cumplirse. Más real son los mágicos lugares que en un viaje a Fuerteventura no debes dejar de ver y disfrutar, aquí tienes los imprescindibles:
PLAYAS DE JANDÍA
En el extremo meridional de la isla, la península de Jandía esconde un impresionante y rectilíneo bastión arenoso sin obstáculos a la vista que alcanza los 30 kilómetros de longitud, la mayoría vírgenes. Para hacerse una idea de lo que encierra el Parque Natural de Jandía hay que tomar la pista de tierra que parte de Morro Jable y lleva hasta el faro; el recorrido descubre las extensas y tranquilas playas de sotavento y barlovento en el camino hacia el caserío de Cofete, donde se localiza la casa de los Winter, lugar de ocio de la oficialidad de los submarinos del III Reich. A pie se puede alcanzar el islote anclado en la playa. Continúa después al Puertito de la Cruz para admirar sus dos faros y probar sus especialidades gastronómicas.
LA LAJITA
Es uno de los pueblos más solicitados por los turistas, ya que de aquí arrancan las caravanas de camellos que se internan en excursión por los barrancos cercanos. De camino a Puerto del Rosario se pasa por un curioso zoológico que incluye un jardín de cactus. No dejes de acercarte a la tranquila localidad de Las Playitas, con su puerto de pesca artesanal, sus blancas casas encaradas a la montaña y una pequeña playa de piedras negras. Muy cerca queda la Punta de la Entalladas, presidida por un estratégico faro.
PUERTO DEL ROSARIO
La capital de Fuerteventura, antes Puerto de Cabras, vive una intensa relación con el mar que baña su perfil urbano. No dejes de recorrer su evocador paseo marítimo y visitar el Museo de Unamuno, una de sus más ilustres y forzados visitantes. En Tefía, a 12 kilómetros, encontrarás el ecomuseo de La Alcogida, un curioso poblado que recrea la vida rural tradicional de las familias campesinas de Fuerteventura.
DUNAS DE CORRALEJO E ISLA DE LOBOS
El fuerte y constante viento del océano modela el singular paisaje de Corralejo, dando lugar a una extensión de 2.700 hectáreas de dunas fijas y móviles. Se extienden paralelas a la costa y dan cobijo a una flora y una fauna exclusivas. Frente a la localidad de Corralejo, con sus interesantes barrios marineros, se alza la pequeña isla volcánica de Lobos, antaño importante refugio de corsarios. Ambos enclaves están protegidos por sendos parques naturales .
LA OLIVA
La que fue capital de la isla hasta 1860 conserva un interesante conjunto patrimonial en el que destacan la iglesia de la Candelaria y la Casa de los Coroneles, ejemplo de arquitectura colonial de carácter militar. Desde el caserío se divisan las casi perfectas siluetas triangulares de varios volcanes. Muy cerca se localiza la sagrada Montaña de Tindaya, de carácter mágico y especial configuración pétrea.
BETANCURIA
La localidad que mejor ha sabido conservar el patrimonio artístico es un pulcro caserío encalado dispuesto en torno a su principal monumento: la antigua catedral de Santa María de Betancuria. El mirador de Morro Velosa, en la carretera que lleva a Antigua, es el mejor lugar para contemplar en toda su extensión las impresionantes geológicas de la isla. Una excursión interesante es el parque rural de Betancuria.
ANTIGUA
En medio de una paisaje de interminables planicies se descubren los blancos caseríos de Antigua, con numerosas muestras de arquitectura tradicional, como los molinos de gofio, que hablan del dominio del alisio sobre la llanura y de la tradición cerealista de la zona. Un hermoso ejemplo de arquitectura militar es el castillo situado en Caleta de Fuste. En los alrededores podrás contemplar las salinas del Carmen, del siglo XVIII, en pleno funcionamiento.
Y si dispones de más tiempo…
EL COTILLO
En la accidentada costa noroccidental de la isla se abre el pequeño puerto de El Cotillo, custodiado por la fortaleza del Tostón. En él emerge una gran roca de origen volcánico, conocida como el Roque de los Pescadores, que le otorga cierta singularidad estética. En el entorno del puerto se puede disfrutar de algunas playas de arena fina, entre las que destaca la del Castillo.
AJUY
En la costa de Barlovento se levanta el pintoresco caserío de Ajuy, con sus casas bajas pintadas de blanco y azul y que contrastan con el oscuro paisaje que lo envuelve. El litoral de Ajuy posee un gran interés geomorfológico, ya que es el único lugar de las islas donde es posible observar fragmentos de la placa continental africana. Su puerto de la Peña, rodeado por la negra playa de los Muertos, fue un importante punto de desembarco en siglos pasados.
GUÍA PRÁCTICA
Dónde dormir
En Antigua, Era de la Corte, una casona de estilo majorero de 1890 con interiores rústicos y ciertos toques de originalidad, y Elba Palace Golf, un palacete canario dentro del primer campo de golf de la isla con una elegante decoración colonial. En Villaverde, el hotel rural Mahoh ocupa una casa campesina del siglo XIX construida con piedra volcánica de sobrio estilo rústico.
Dónde comer
En Fabiola (Tel. 928 17 46 05), en La Ampuyenta, se utilizan los productos de la tierra para preparar recetas elegantes y gustosas. En Betancuria, Don Antonio (Tel. 928 87 87 57), una antigua casa del siglo XVII donde se sirven platos de talante vanguardista, y Casa Santa María (Tel. 928 87 82 82), que ofrece platos de la cocina canaria y peninsular en su terraza con vistas al valle.
Más información
Turismo de Fuerteventura