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Mercado de San Miguel (Madrid)
Entre monumento y monumento, si paseas por el Madrid castizo, tienes que perderte por el nuevo Mercado de San Miguel, junto a la Plaza de Mayor. Es nuevo por el momento que hoy vive como centro cultural culinario -33 puestos de lujo para deleite de sibaritas-, pero no por su construcción, que se remonta a principios del siglo XIX. Este histórico y monumental espacio cargado de reminiscencias literarias, conserva su estructura original de hierro 'a la parisién'. Su apuesta actual pasa por ser un lugar de encuentro de entusiastas de la gastronomía donde no sólo se haga la compra diaria, también se pueda participar en actividades relacionadas con el universo de la alimentación, degustar lo que uno se va a llevar a casa e incluso compartir un aperitivo con los amigos.

Mercado de la Boquería (Barcelona)
En plena Rambla abre sus puertas el mercado más emblemático de España. Convertido en estandarte de la gastronomía, es un espacio vinculado desde siempre a la historia de Barcelona, por tanto un lugar de visita obligada en cualquier ruta. Contempla su arquitectura modernista, la vidriera y el medallón del acceso principal y luego entra y recorre sus pasillos y verás que no hay mejor escaparate para palpar el pulso de esta animada ciudad. Los trescientos puestos que reúne son un paraíso para los sentidos, y se te hará la boca agua con la exuberancia de los productos que se muestran en ellos. Y antes de marcharte, no dejes de saborear las especialidades locales en alguna de las tabernas que también se dan cita en la Boquería.

Mercado Central (Valencia)
No podía tener mejor ubicación esta construcción de estilo modernista que fue levantada en Valencia 1914 por dos colaboradores de la escuela del prestigioso arquitecto Doménech i Montaner. Junto a la Lonja de la Seda, declarada Patrimonio de la Humanidad, y la iglesia de los Santos Juanes, entrar en este encantador escenario para admirar y comprar las frutas del fértil campo valenciano, las anguilas de la Albufera o los pescados del Mediterráneo, entre otras delicias, es toda una experiencia, no sólo por la tradición e historia del mercado, también por la belleza de su arquitectura. Combina a la perfección metal y vidrio y en su centro se admira una gran cúpula coronada por una veleta. Y ya que estás en Valencia, no dejes de visitar el mercado de Colón.

Mercado Central (Zaragoza)
Si visitas Zaragoza y decides seguir la ruta contemporánea por la capital aragonesa, tienes que hacer parada en este mercado que se levanta donde desde el siglo XIII se sitúa el mercado de la ciudad. El enorme edificio se inauguró en 1903 y está declarado monumento histórico nacional. De estilo modernista, fue construido en hierro y cristal al estilo del parisino Les Halle. Fija tu mirada en las portadas, con una decoración escultórica que hace referencia a la agricultura, la pesca y el comercio, y no te pierdas los capiteles de las columnas, que muestran cestitos, hojas de acanto, palmas y frutas. Una vez en su interior, todo un universo de olores, colores y sabores se reúnen en sus puestos tradicionales: carnes, embutidos, quesos, frutas de temporada, pescados, mariscos y todo con la calidad y tradición de antaño.

Mercado Central (Salamanca)
Sin duda alguna es este mercado el mejor lugar para adquirir todos los productos con denominación de origen de la provincia de Salamanca y la gastronomía de Castilla y León, como la carne de Morucha, el queso de Hinojosa, el sabroso jamón de Guijuelo, las lentejas de La Armuña, las alubias de La Alberca o los ingredientes necesarios para elaborar una receta sencilla y sabrosa de la gastronomía salmantina como son las patatas meneás. Pero el Mercado Central de Salamanca es también un edificio a tener en cuenta en una ruta por la ciudad que entronca en sus líneas generales con la familia de los grandes mercados, estaciones y pabellones de exposiciones de la primera arquitectura del hierro.

Y si quieres seguir descubriendo otros mercados: en Madrid, el mercado de Antón Martín, uno de los mejores equipados del centro de la capital, y La Paz (en el barrio de Salamanca, con sus impecables puestos, estupendas instalaciones y un ambiente familiar y tradicional. En Cádiz, el mercado de Barbate, todo un referente en la compra de los productos del mar, donde hace acopio del exquisito atún rojo típico de la zona. Y en Murcia, el Antiguo Mercado de La Unión, una obra modernista ha dejado su carácter original para acoger actualmente el Festival Internacional del Cante de las Minas.

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