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En Madrid la hora de la merienda se puede disfrutar de mil maneras: desde la mesa de un café literario decimonónico, como el Gijón o el Bellas Artes, a la de la siempre abarrotada chocolatería San Ginés, donde deleitarte con el chocolate con churros más famoso de la ciudad. Pero si quieres estar a la última, te presentamos algunas panaderías, pastelerías y otros locales de moda donde además de comprar pan y exquisitos dulces puedes sentarte a probar todas sus delicatessen. La charla y la tertulia corren de tu cuenta.

Un ambiente agradable y cálido y un olor a pan recién hecho se respira nada más cruzar la puerta de Le Pain Quotidien, con tres locales abiertos en la capital (Fuencarral, 95, Velázquez, 92 y Gran Vía, 46). En su interior, todo son tentaciones: croissants de hojaldre, caramelosos brownies, mermeladas y chocolates para untar… De su filosofía ecológica dan buena cuenta no sólo sus productos, también su mobiliario, especialmente la mesa comunal donde tomar asiento y compartir tu merienda mientras se hacen amigos.

Corre de boca en boca que El Jardín Secreto (Conde Duque, 2) es uno de los lugares con más encanto capitalino, un mérito conseguido no sólo por su exótica decoración (aquí los muebles se miran y si te gustan, los compras), también por las exquisitas tartas y la amplia selección de tés que recoge su carta. Ya desde el escaparate se intuye que lo que Delic Café, en el barrio de La Latina, guarda en su interior promete. Delicias como la tarta de zanahoria, de plátano o los ‘besitos’ (una combinación de merengue con dulce de leche) son ideales para acompañar una buena taza de café colombiano.

Si todo un clásico son las pastelerías Mallorca, con varias tiendas abiertas en Madrid y unos petit croissants que no tienen rival-, british es la repostería de Kitchenstories, un multiespacio gourmet donde tomar originales tés, degustar sabrosos muffins o hacer acopio de sus mermeladas caseras.

Bebidas de cacao, mousse, chocolate a la taza, granizados de chocolate, helados… Son las propuestas más dulces de Cacao Sampaka, con sucursales también en Barcelona, Bilbao, Málaga, Valencia y hasta en Dubai o Arabia Saudí. donde se rinde culto al cacao y al chocolate, sin aditivos. Todas sus delicias rinden culto al cacao y al chocolate, se realizan artesanalmente en el propio obrador y, a la hora de la merienda, resultan de lo más apetecibles.

Si estás en Barcelona o viajas hasta allí, no dejes de pasar por el barrio de Sant Gervasi y entrar en el nuevo multiespacio Fabulous Baking Co., que incluye una acogedora cafetería, una tienda de menaje y una confitería especializada en repostería casera, elaborada con ingredientes biológicos. Junto a su producto estrella, el cupcake, una interpretación anglosajona de las tradicionales magdalenas, más elaboradas y coronadas con vistosos toppings, no faltan los pasteles de zanahoria, los brownies… y, siempre, una taza de té inglés para acompañar, o café por supuesto.

Que el pan se ha puesto de moda es una realidad, y bien lo saben en la panadería Crustó, que parece diseñada a imagen y semejanza de una boutique. Un lugar donde encontrar un buen pan, como el de antes, y un buen café. Situada en la calle Valencia, entre Balmes y Rambla Catalunya, ofrece una visión total del obrador, del que salen sus especialidades: pan con chocolate blanco, foccacias recién horneadas y aderezadas con queso, nueces o escalivada, plum cakes…

De inspiración nipona (no podía ser de otro modo con ese nombre) son las delicatessen de Takashi Ochiai. Aquí lo más acertado es dejarse sorprender y empezar a probar nuevos sabores: desde un daifuku (dulce de harina de arroz con soja confitada) o un dorayaki (biscuit relleno de soja y popularizado por la serie Doraemon), a un fumanju (pastelito de arroz, yomogui y azuki) o un oyatsu de castaña (bizcocho con marrón glaçé). Y no faltan en sus vitrinas helados artesanos, cakes de limón, croissants de almendra, volcanes de trufa…, la lista parece no tener fin.

Más europea es la inspiración del Keik Café, tanto por el nombre del local, procedente de la palabra inglesa cake (pastel), como por su repostería casera de origen anglosajón: brownies calientes, bizcochos de zanahoria. El ambiente de este evocador espacio, urbano y desenfadado, invita no sólo a la hora de la merienda, también a desayunar, a comer y alargar el día hasta la hora de las brujas degustando un exótico cóctel.

Y si lo que decides es ir a merendar a casa con tus amigas, sorpréndelas con alguna de las joyas de Oriol Balaguer, con tiendas en Barcelona y Madrid. Cuando entres en su interior, pensarás: ¿Joyería y pastelería? Una vez dentro del vanguardista espacio de este pastelero-diseñador comprobarás que ha sido ideado para mostrar piezas artísticas únicas, eso sí, dulces. Su acierto con las texturas, aromas, formas y mezclas son el secreto de algunas de sus obras de arte: 8 Texturas en Chocolate, Huevo Atómico, My Obsession, Puente Aéreo… Toda una tentación.

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