Tu guía en las islas Galápagos se llama Darwin
Piérdete unos días en el archipiélago más intacto del planeta, cuyo ecosistema sirvió de ‘laboratorio’ al naturalista inglés, y apúntate a uno de los cruceros que acogen estas islas ecuatorianas en el año de su bicentenario.
Sus geografías de cataclismo no se parecen en nada a las islas de postal que uno espera encontrar en el trópico. Galápagos no destaca por sus hoteles de lujo ni por sus spa para hedonistas, y sin embargo es uno de los destinos más exclusivos del planeta. La razón es que su aislamiento, a casi un millar de kilómetros de las costas de Ecuador y en el cruce de importantes corrientes oceánicas, ha engendrado, a lo largo de millones de años, una combinación única de ecosistemas terrestres y oceánicos donde, como Darwin fue el primero en comprobar, muchas especies han evolucionado de forma distinta, incluso con diferencias notables de una isla a otra.
El naturalista inglés arribaba en 1835 a bordo del Beagle a este archipiélago volcánico perdido en mitad del Pacífico, frecuentado a lo sumo por piratas y balleneros. Las apenas cinco semanas que permaneció en las islas Galápagos le bastaron para ultimar su entonces revolucionaria teoría de la evolución de las especies, y reabrir entre la comunidad científica el debate sobre la necesidad para animales y plantas de adaptarse a su hábitat como única alternativa de supervivencia.
La peculiaridad de las Galápagos es única en todo el planeta y, aunque no son pocas las voces de alarma que insisten en protegerlas más todavía de la presencia humana, hoy el 97 % de su territorio está considerado Parque Nacional, amén de contar en su haber con los títulos de Patrimonio de la Humanidad, desde 1979, y Reserva de la Biosfera, desde 1985.
Galápagos suma catorce islas grandes, seis menores y unos cuarenta islotes rodeados por una Reserva Marina de 138.000 kilómetros cuadrados, que se recorren principalmente en cruceros para, a lo sumo, un centenar de pasajeros. A bordo de ellos, y en las esporádicas caminatas por tierra firme, el absoluto plato fuerte del viaje es el privilegio de admirar su barbaridad de iguanas terrestres y marinas, capaces éstas de bucear hasta una hora; de tortugas gigantes, pingüinos y leones marinos, además de inmensas colonias de fragatas, albatros, alcatraces, hasta trece especies endémicas de pinzones o los únicos cormoranes del mundo que, debido a la evolución, han perdido la facultad de volar.
El piquero de patas azules, uno de los pájaros más buscados por los apasionados de las aves, también es posible de admirar aquí, al igual que una increíble fauna marina, con tiburones martillo, el inmenso tiburón-ballena y muchas otras especies a menudo pelágicas que convierten las Galápagos, además, en una meca para los submarinistas. Y tan sorprendente o casi como este apabullante inventario de fauna resulta comprobar cómo los animales en Galápagos, al no percibir al hombre como un peligro, se comportan ante su presencia con la más pasmosa naturalidad.
Este año en el que se conmemoran el bicentenario de Darwin y los 150 años de su obra esencial, El origen de las especies, el archipiélago será escenario de un buen puñado de cruceros especiales, entre los que destaca la expedición liderada por el conservacionista Randal Kenyes, tataranieto de Darwin, que entre el 22 de octubre y el 1 de noviembre se adentrará por estos paisajes lunares en pleno Pacífico acompañado por apenas medio centenar de afortunados que, al margen del precio del crucero, donarán cada uno 1.000 $ a la Fundación Charles Darwin y el Galapagos Conservation Trust, para apoyar la preservación del que, todavía, puede presumir de ser el archipiélago mejor conservado del planeta.
Cómo llegar
Iberia vuela a Quito y Guayaquil en determinadas temporadas. Desde ambas ciudades salen vuelos diarios a Galápagos con Tame o Aerogal. La agencia especializada en escapadas de alto nivel Nuba propone cruceros de ocho días por el archipiélago en compañía de un guía experto en naturaleza, con alicientes como la travesía a los cráteres Los Gemelos o la visita a la granja de tortugas en Primicias y el laboratorio de investigación Charles Darwin, la posibilidad de bucear en Gordon Rocks o de emprender caminatas o practicar snorkel no muy lejos de donde retozan los lobos marinos, las iguanas y tortugas gigantes, o donde anidan descomunales colonias de aves marinas. El precio del viaje, con el vuelo desde Quito, una noche de hotel en esta ciudad y la semana de crucero en pensión completa, parte de 2.948 € sin incluir el vuelo internacional.
El gran crucero del Año de Darwin
El crucero más espectacular de los programados para este año en el que se celebra el 200 aniversario del nacimiento de Darwin será el que, entre el 22 de octubre y el 1 de noviembre, albergará el M.V. Eclipse, una lujosa embarcación con la que la prestigiosa compañía Sanctuary Retretas opera todo el año, con cruceros guiados por naturalistas, en Galápagos, pero que sólo en esta semana contará como jefe de expedición con el conservacionista Randal Keynes, tataranieto del mismísimo Darwin. Además de las charlas impartidas por éste y otros expertos, los como máximo 48 huéspedes del M.V. Elipse disfrutarán de una visita privada a la Estación de Investigación Charles Darwin y otras actividades exclusivas, como una recepción en la embajada de Gran Bretaña durante su estancia en Quito. El precio de la semana a bordo, con todas las comidas y actividades incluidas, parte de 5.957 $, sin incluir los vuelos ni la donación –de otros 1.000 dólares– que cada pasajero tendrá que destinar a la Fundación Charles Darwin y el Galapagos Conservation Trust. Este crucero se puede contratar en España a través de los especialistas en escapadas de nivel L4 Viajes.
Dónde dormir
Lo más habitual y recomendable es visitar Galápagos en un crucero, con todas las noches a bordo, pero si se quiere ampliar la estancia en un hotel, el Royal Palm, un exclusivo cinco estrellas con sólo 8 habitaciones, 3 suites y 10 villas, asegura una estancia de nivel y escrupuloso respeto a la naturaleza.
Más información
En Turismo de Ecuador y en el Parque Nacional Galápagos.
No dejes de…
Practicar el submarinismo en Galápagos, cuyos fondos marinos figuran entre los más espectaculares del planeta, así como combinar los días en el archipiélago con otros dos escenarios, ya en el Ecuador continental, de la talla de la Amazonía y los Andes, donde pequeños tesoros como la Hacienda Zuleta, propiedad del ex presidente Galo Plaza Lasso y perfecta para salir a cabalgar, explorar el legado de las culturas pre-incaicas o un buen puñado de mercados indígenas, muestran una imagen casi intacta y poco conocida del país.