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Olivia Newton-John: ¿Por qué puede producir metástasis un cáncer del que hace décadas que se curó?

Olivia Newton-John ha anunciado que padece cáncer de mama con metástasis ósea, una enfermedad que la mantendrá alejada de los escenarios durante un tiempo. Esta noticia y el hecho de que la cantante ya hubiera sufrido cáncer de mama hace 25 años ha cogido por sorpresa a sus fans, quienes se preguntan cómo es posible

Por hola.com

Todo comenzó con un dolor de espalda severo. En un principio se pensó que estas molestas correspondían a una fuerte ciática, una forma relativamente común de dolor de espalda baja y dolor en las piernas que aparece cuando existe un elemento que irrita la raíz del nervio ciático. Sin embargo, hoy se ha confirmado que el diagnóstico de Olivia Newton-John es de cáncer de mama con mestástasis ósea.

La cantante australiana de 68 años padece una recaída del cáncer de mamá que le fue diagnosticado hace 25 años, pero esta vez, con metástasis en el hueso sacro. Así aparece reflejado en el comunicado oficial que ha sido publicado en la cuenta de Facebook de la propia Olivia Newton-John.

El primer contacto de Olivia Newton-John con el cáncer de mama

Olivia Newton-John se enfrentó por primera vez al cáncer en 1992, cuando tenía 43 años. Recibió un diagnóstico de cáncer de mama y se sometió a una mastectomía parcial y a varias sesiones de quimioterapia. Su cáncer de mama entró en remisión dos años más tarde. Según el doctor Miguel Ángel Seguí, del Instituto Oncológico del Vallés y del Servicio de Oncología de la Corporación Sanitaria Parc Taulí, el cáncer de mama es una enfermedad muy frecuente en todo el mundo occidental.

En España, se diagnostican alrededor de 16.000 casos de cáncer de mama al año. Y los resultados de los tratamientos son “muy buenos”, asegura el doctor Seguí. En concreto, se consigue curar aproximadamente el 80% de los casos. Pero eso quiere decir que hay un 20% de pacientes, unas 6.000 personas, que desarrolla metástasis. “Un pequeño porcentaje de pacientes con cáncer de mama descubre la enfermedad cuando ya tiene metástasis, pero en la inmensa mayoría de casos de cáncer de mama, la metástasis es consecuencia de una enfermedad que se diagnosticó años antes. Es una situación desgraciadamente frecuente en nuestro país”, lamenta el doctor.

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El cáncer de mama metastásico de Olivia Newton-John

El hecho de que una paciente con cáncer de mama recaiga en la enfermedad 25 años más tarde y que encima presente metástasis tiene que ver con la biología de la enfermedad, es decir, el tipo de cáncer de mama que presente el paciente influye en el riesgo de desarrollar metástasis. El doctor detalla que en cáncer de mama se puede hablar hasta de cuatro enfermedades que son biológicamente diferentes; por tanto, hay tumores de mama más agresivos y otros menos agresivos. “Cuando hablamos de tumores pequeños sin afectación al ganglio, ese riesgo es tan bajo como el 5-10%. Pero si hablamos de tumores que cuando se diagnosticaron eran muy grandes y hay mucha afectación de los ganglios, normalmente hablamos del 30-40% de los casos. Por tanto, en función de cómo era la enfermedad cuando se diagnosticó, ese riesgo será mayor o menor”, asegura. 

¿Tiene algo que ver la genética o la calidad de vida en que se llegue a desarrollar metástasis? El experto es claro: “Tener metástasis de un cáncer de mama implica que en un momento determinado del crecimiento del tumor las células son lo suficientemente agresivas como para pasar a la sangre y, de ahí, llegar a cualquier sitio del cuerpo”, explica el doctor Miguel Ángel Seguí. Y continúa: “Solo un 5% de mujeres con cáncer de mama tienen un claro componente hereditario. Lo que pasa con estos casos es que estos tumores son biológicamente más agresivos y que aparecen en mujeres jóvenes, lo cual tiene más impacto. Pero el hecho de ser un cáncer de mama hereditario no tiene que ver con que haya un riesgo mucho mayor de tener metástasis a igualdad del tipo de enfermedad”.

¿Se puede curar el cáncer de mama metastásico?

El concepto de cáncer de mama metastásico ha ido cambiado a lo largo del tiempo. A día de hoy y debido a que las posibilidades de que desaparezca toda la enfermedad son mínimas, la oncología médica no se plantea opciones de tratamiento curativo, sino que la atiende como una enfermedad crónica que está ahí y que supone un inconveniente para la vida de una persona y para sus familiares. “En cáncer de mama metastásico no podemos hablar de curación. Estamos hablando de una enfermedad crónica y, por tanto, lo que tenemos que buscar son opciones terapéuticas que nos permitan tratar al paciente con menos efectos secundarios y con mayor éxito y efectividad para que esté bien, preserve al máximo su calidad de vida y pueda alargar el tiempo que vive”, apunta el doctor del Instituto Oncológico del Vallés.

Sin embargo, el hecho de que no exista curación no significa que no podamos ser optimistas en cuanto al hecho de alcanzar hitos importantes en esta enfermedad. “En un futuro podremos hablar de curación; de hecho, tenemos algún tipo de cáncer de mama en el que probablemente nos estemos acercando a la curación con nuevos medicamentos, con tratamientos que son capaces de impedir el crecimiento de los tumores o que matan células de una manera mucho más específica”, desvela el doctor.

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Medicina natural, la peligrosa alternativa por la que ha optado Olivia Newton-John

Olivia Newton-John ha decidido someterse a varias sesiones de radioterapia combinadas con tratamientos de medicina natural para evitar el avance de la enfermedad. “He decidido dirigir mis terapias en esta dirección después de consultar con mis médicos y terapeutas naturales y el equipo médico del Olivia Newton-John Cancer Wellness y del Centro de Investigación en Melbourne, Australia”, explica Olivia Newton-John en el comunicado en el que se hacía oficial su cuadro clínico.

Esta decisión ha incentivado las críticas de la comunidad científica. El doctor Seguí explica los motivos: “La radioterapia es un tratamiento que, en casos de cáncer de mama con metástasis ósea, permite controlar muy bien problemas y lesiones en los huesos, quitar el dolor… En sí, forma parte de un tratamiento correcto, pero no trata la enfermedad en conjunto. La radioterapia no es suficiente para tratar un cáncer de mama metastásico, hay que recurrir a tratamientos o se corre el riesgo de que la enfermedad vaya muy mal”.

Con respecto a los tratamientos disponibles, el oncólogo médico asegura que han demostrado ser muy efectivos y que “pueden llevar a la mujer a una situación de perfecta calidad de vida, de control de la enfermedad y de vivir bien y mucho tiempo”. Su rechazo a los tratamientos naturales o alternativos se basa en que, algunas veces, las personas dejan de seguir tratamientos médicamente efectivos. “Supone un riesgo que un paciente con cáncer de mama metastásico que tiene un tratamiento diseñado específicamente para su caso particular, que es efectivo, que tolera bien y que puede permitir que viva más y mejor, lo deje y lo sustituya por un tratamiento sobre el que no hay ninguna evidencia científica de que funcione ni estudio que demuestre que mejora nada. Además, estos tratamientos naturales también tienen sus efectos secundarios”.

El doctor reconoce que, en todo caso, optar por un tratamiento alternativo es una decisión de cada paciente. “Lo que nos preocupa es que no tenga la información correcta sobre lo que se espera de cada tratamiento y que se pierdan opciones de curarse”.