En los últimos 20 años, el número de pacientes con cáncer ha experimentado un crecimiento constante en España debido no sólo al aumento poblacional, sino también al aumento de la esperanza de vida, ya que el riesgo de desarrollar tumores aumenta con la edad. Las cifras de incidencia y mortalidad del cáncer son sensiblemente diferentes entre hombres y mujeres. En España, el número total de nuevos casos de cáncer en 2015 fue de 247.771 (148.827 en varones y 98.944 en mujeres).
Los cánceres más frecuentes en varones son el cáncer de colon-recto, el cáncer de próstata y el cáncer de pulmón, mientras que en la mujer lo son el cáncer de mama, el de colon-recto y el de útero. La mortalidad de los distintos cánceres es muy diferente. En los varones, el cáncer que más muertes causa es el de pulmón (más de 17.000 muertes anuales), seguido del cáncer de colon-recto (más de 9.000). En la mujer, la mortalidad por cáncer es inferior a la del varón. Los cánceres femeninos que más muertes anuales causan son el de mama y el de colon-recto (más de 6000 casos anuales en ambos casos), aunque la mortalidad por cáncer de pulmón está creciendo progresivamente (más de 4.000 muertes anuales en mujeres).
Pese al aumento de la frecuencia del cáncer, la mortalidad por cáncer en España está disminuyendo en muchos de los tumores. Esta mejoría es debida esencialmente a dos factores: al diagnóstico más precoz (que sólo es posible en algunos cánceres) y a los avances en el tratamiento antitumoral. En relación con este último, me gustaría recalcar algo que a veces los españoles olvidan: el Sistema Público de Salud español permite a todos los ciudadanos residentes en nuestro país recibir un tratamiento antitumoral de la máxima calidad, lo que no siempre ocurre en países de nivel sociocultural similar o incluso superior al nuestro. Quiero, no obstante, insistir en que la incidencia del cáncer podría reducirse entre un 30% y un 40% si se lograran ciertos cambios en los hábitos de vida de los españoles.
El tabaquismo y la obesidad, principales factores de riesgo para desarrollar cáncer
El tabaquismo es el principal factor asociado con el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón, de laringe, de cavidad oral y de vejiga. El porcentaje de hombres fumadores está disminuyendo lentamente, pero no el de mujeres fumadoras. En algunas partes del mundo occidental el cáncer de pulmón es ya la primera causa de muerte por cáncer en mujeres por delante del cáncer de mama.
También es importante recordar que la obesidad es la segunda causa prevenible de desarrollo de cáncer. La obesidad actúa con un factor de riesgo para el desarrollo del cáncer colorrectal y concretamente en la mujer, la obesidad también aumenta el riesgo de cáncer de mama, endometrio y ovario.
Finalmente, una dieta rica en frutas, verduras y legumbres y pobre en carnes rojas y alimentos procesados, parece reducir el riesgo de ciertos cánceres, como el de colon-recto, y mama. El consumo de alcohol, por su parte, se ha asociado con un incremento de, al menos, siete tipos distintos de cánceres, aunque en la mayoría de los casos la asociación es más débil que la existente, por ejemplo, entre el cáncer de pulmón y el tabaquismo.
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En el lado positivo, sabemos que cada vez hay más evidencia de que el ejercicio físico regular reduce el riesgo de padecer ciertos tipos de cánceres.
Desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) queremos recordar a toda la población ciertas recomendaciones y medidas generales que todos podemos poner en práctica para reducir el riesgo de la aparición de tumores:
- No fumar
- Evitar o disminuir la ingesta de alcohol
- Mantener un peso adecuado
- Realizar actividad física regular
- Adoptar una dieta saludable con alta ingesta de frutas, legumbres y verduras y bajo consumo de alimentos procesados
- Proteger la piel del sol
Además, debemos participar en las campañas de diagnóstico precoz de aquellos cánceres en los que se ha demostrado su eficacia para reducir la mortalidad (en especial cáncer de mama, cáncer de cuello de útero y cáncer de colon-recto). Es necesario que todas estas ideas se divulguen entre la población de nuestro país, empezando por los niños, para que podamos contribuir al cambio progresivo en los hábitos saludables de vida que ya estamos empezando a percibir en los últimos años en los españoles.