Compras de última hora, compromisos con amigos y familiares, organización del banquete navideño... No hay duda: para muchas personas, el estrés se acentúa en la época navideña. Según recientes estudios, el 44% de la población afirma que es una época que le produce más nerviosismo. Por actividades, los acontecimientos relacionados con el período navideño que más estrés y ansiedad generan son las compras (76%), los compromisos sociales (67%), el exceso en los gastos (65%), y el cansancio general y “saturación” (60%).
Pero, ¿por qué nos estresamos en estas fechas? Las causas principales tienen su origen en tres razones fundamentales: las económicas, las físicas y las derivadas de nuestras relaciones sociales.
- Entre las primeras destacan el aumento de deudas, la utilización excesiva de la tarjeta de crédito, la necesidad de refinanciaciones, un sentimiento de necesidad de gastar más (adicción a las compras como vía de escape), los gastos excesivos asociados a los compromisos sociales como cenas, salidas nocturnas y ocio familiar, la compra de regalos y un sinfín de gastos imprevistos.
- Mientras, las razones relacionadas con nuestra forma física que acentúan el estrés durante la Navidad se centran en un cansancio general por acumulación de actividades, la posibilidad de padecer insomnio por cambio de hábitos, la falta de ejercicio y los excesos en comida y bebida.
- Y, por último, el estrés que se origina como consecuencia de nuestras relaciones sociales se agudiza debido a la mayor cantidad de compromisos sociales como cenas de empresa, con amigos o con la familia. Y es que entramos en una época en la que creemos que es necesario acudir a todos estos eventos, o bien nos vemos en la obligación de organizarlos nosotros mismos.
Dentro de este apartado, las reuniones familiares suelen ser las que mayor estrés producen debido a que a veces se da incompatibilidad de caracteres con miembros de la familia, lo que puede generar pequeños conflictos. Y también es una época con cierta tendencia a la tristeza y la nostalgia por el recuerdo de seres queridos ya desaparecidos. En en cuanto a la relación de pareja, sucede como en otras épocas del año, donde el exceso de tiempo compartido puede derivar en situación de nervios. También la responsabilidad para organizar actividades lúdicas durante estos días, o la toma de decisiones sobre dónde celebrar las reuniones familiares son motivos que pueden producir alteraciones de estrés y ansiedad.
Un extra
Además de los propios eventos navideños, las vacaciones escolares de los hijos agravan los síntomas de estrés, por la necesidad de los padres para organizar actividades a los niños, el mayor tiempo de estos en casa y sobre todo, el cambio radical en los patrones diarios de actividad.
Útiles consejos
Para evitar, en la medida de lo posible, estos problemas, toma nota de una serie de consejos orientados a evitar los estados de estrés y ansiedad, según indican los profesionales de Nascia, compañía especializada en el sector del bienestar.
Controla el bolsillo
1.- Calcula un presupuesto realista de ingresos y gastos y ajústate a ese presupuesto.
2.- Evita el exceso de gasto en regalos. Una buena opción es utilizar fórmulas como el “amigo invisible”. Calcula un coste limitado por persona.
3.- Como se suele decir, la Navidad es de los niños, así que compra regalos preferentemente a los más pequeños.
4.- Optimiza tus compras: es recomendable preparar siempre una lista de la compra, comprar por Internet y comprar temprano por la mañana, evitando así las horas punta.
5.- En la organización de comidas/eventos es conveniente implicar a los niños, familiares, amigos…en las tareas de organización y ejecución. Simplifica los menús y si se puede y te ves desbordada, una opción son los servicios de catering. También puedes probar a utilizar los servicios de compra y supermercado on-line para tu comida.
Desde el punto de vista emocional...
1.- Ajusta tus expectativas y no esperes “milagros”.
2.- Relativiza, es sólo un día, un acontecimiento.
3.- Prioriza, distingue entre lo que depende de ti y lo que no, acéptalo y recuerda que todo pasa.
4.- En las reuniones familiares, evita temas comprometidos o que generen discusión.
5.- Aprende a decir no. No tienes por qué acudir a todos los eventos.
6.- Huye del perfeccionismo.
7.- Planifica actividades de distracción.
8.- Dedica tiempo al descanso y resérvate espacios propios, concédete un descanso, un tiempo de relajación.
En forma y con salud.
1.- Busca la moderación y el equilibrio.
2.-Duerme suficientemente.
3.- Haz ejercicio, aunque sólo sea dar un paseo.
4.- Cuida la espalda –esta es una de las épocas del año con más lesiones debido a las posturas incorrectas o a coger objetos pesados.
5.-Equilibra tu dieta con ensaladas y verduras, toma fruta entre horas, intentando comer menos grasas. Evita los procesos de “comida sin fin”.
6.- Busca actividades distintas en los días de celebración.
7.-Practica la relajación. Dedícale un tiempo a realizar ejercicios de respiración.