¿Sabías que más de un 10% de las mujeres en el mundo son menopáusicas? Una etapa en la vida de la mujer que genera, cuando menos, un buen número de dudas que no son banales, pues se estima que las mujeres españolas pasarán un tercio de su vida en menopausia, por lo que la información sobre ella se hace más que necesaria. Precisamente con el objetivo de intentar aclararlas y de concienciar a la sociedad sobre esta fase, se celebra hoy el Día Mundial de la Menopausia.
Y es que la mujer en torno a los 45 años de media, siente cambios fisiológicos en su organismo y también en su estado emocional. Por eso, aunque la menopausia no es una enfermedad, no debe ser infravalorada ya que puede llegar a afectar a la calidad de vida de la mujer y puede tener repercusiones negativas en su actividad diaria.
Según datos de la AEEM (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia), seis de cada diez mujeres padece sofocos y la mitad de ellas tiene dificultades para dormir. Este año la Sociedad Internacional de Menopausia ha dedicado el Día Mundial a este síntoma vasomotor bajo el lema “¿Calor?, ¿Bochorno?, ¿Sofocos? No lo sufras en silencio”. El sofoco, a veces acompañado de sudor, es la respuesta del cuerpo a la disminución de los niveles de estrógeno. “Durante un sofoco, que suele durar entre 30 segundos y 5 minutos, el corazón late más rápido y se eleva la temperatura de la piel. En general, los sofocos persisten durante más de un año en la mayoría de las mujeres, con una media de duración de aproximadamente 4 años”, comenta eldoctor Rafael Sánchez Borrego.
¿Afecta a la calidad de vida?
En este sentido, su repercusión en la calidad de vida puede ser considerable y a menudo se infravalora. Y es que como explica el presidente de la AEEM, “el trastorno puede interferir en las actividades laborales y cotidianas, así como en el sueño, con la consiguiente fatiga, pérdida de concentración y síntomas de depresión, todo lo cual puede dificultar la vida familiar, así como la actividad sexual y las relaciones de pareja”.
De hecho, “algunas mujeres cuando llegan a la menopausia todavía se sienten enfermas. Por tanto, es conveniente que los especialistas tengamos presente la importancia de que la mujer pueda continuar con su vida cotidiana durante el climaterio, de manera que la menopausia se convierta en una etapa más de su vida, y no en un periodo de transición con más inconvenientes que ventajas”. Afortunadamente, seguir unos correctos hábitos de higiene de vida, una alimentación adecuada y un tratamiento, cuando el ginecólogo lo considere adecuado, permitirá disfrutar de esta etapa plenamente y minimizar su impacto negativo. La terapia hormonal (THS) y las isoflavonas de soja son los tratamientos más recomendados por el médico. Un 35% de las mujeres ha tomado algún tratamiento natural para aliviar sus sofocos durante la menopausia.
Muy práctico
La web ella y el abanico, dirigida por Montse Roura, quiere contribuir a hacer más fácil el camino hacia una de las etapas mas larga en la vida de las mujeres y todavía hoy en día desconocida y llena de tabúes.
La piel, parte implicada
Y una de las partes de nuestro cuerpo que más padece los efectos de la menopausia es la piel. Por eso, hemos hablado con Margarita Lapena, responsable de I+D de Laboratorios Diadermine (que acaban de presentar una nueva línea de cosméticos específicos para esta etapa de la vida de la mujer, LIFT+ Hormoderm), sobre sus efectos en nuestro cutis.
Sofocos, episodios de tristeza, cambios en las relaciones de pareja... solemos relacionar la menopausia con estos síntomas, pero también nuestra piel sufre sus efectos. ¿De qué manera? ¿Cuáles son los signos que deja la menopausia en la piel?
La menopausia es una etapa que las mujeres pasan entre los 45 y los 60 años, en la que se produce una rápida disminución de hormonas, especialmente del nivel de estrógenos. Estos cambios hormonales pueden conducir a un envejecimiento acelerado de la piel, debido a una pérdida de su grosor y a una reducción extrema del colágeno (que puede disminuir hasta un 30%). Se pierde firmeza y aparece flacidez -sobre todo en los contornos del rostro-, surgen más arrugas y más marcadas, y aparece sequedad intensa.
¿Y si la mujer tiene una menopausia prematura, presenta un envejecimiento cutáneo más rápido?
Una menopausia prematura presenta los mismos signos en la piel que una “menopausia común”. La diferencia es que dicho envejecimiento acelerado de la piel se presenta a una edad más temprana de lo habitual.
Una vez que llega esta etapa, podemos comenzar un plan de choque, pero ¿se pueden tomar medidas con anterioridad? Si cuidamos nuestra piel desde la juventud, ¿podemos llegar en mejores condiciones a la menopausia?
No sólo hay que combatir las arrugas cuando aparecen, sino que es muy importante anticiparse y prevenirlas desde la juventud. El colágeno es la principal “fibra de sostén” de la piel situada en la dermis (la capa profunda de la piel), pues es responsable de su firmeza y tersura. Cualquier cambio en su contenido favorece la aparición de líneas de expresión y pequeñas arrugas, signos evidentes del paso del tiempo en nuestra piel.
Investigaciones científicas han demostrado que a partir de los 20 años, es cuando la piel empieza a sufrir una disminución del nivel de colágeno – alrededor de un 1% al año, cada año. Por esa razón, es recomendable sustituir las cremas hidratantes por productos preventivos antiedad, con ingredientes que ayuden a estimular la producción de colágeno que se va ralentizando con el tiempo. Además, también es muy importante seguir una rutina diaria de limpieza (mañana y noche) antes de aplicar cualquier producto de cuidado.
¿Cuando llega la menopausia, tienen que cambiar nuestros hábitos cosméticos?
Al llegar a la menopausia es necesario continuar con la rutina habitual de limpieza y cuidado de la piel, pero conviene adecuar los productos a las necesidades de la piel de ese momento. En este sentido, existen productos específicos que combaten los signos de la menopausia en la piel combinando una hidratación y nutrición intensa (para tratar la sequedad), con ingredientes que estimulan la producción de colágeno (para mejorar la firmeza y combatir la flacidez) y aumentan el grosor y la densidad de la piel. Además, también es importante incorporar filtros UV para evitar las manchas de la edad en la piel.
¿Debemos cuidar nuestra piel de diferente forma? ¿Es, tal vez, el mejor momento para comenzar a usar cremas para pieles maduras?
La piel en la menopausia requiere de cuidados específicos para combatir los signos típicos del envejecimiento cutáneo de este período, pero la clave es adquirir una buena rutina de cuidado facial ya desde la juventud e ir adaptando los productos a las necesidades de cada etapa. En este sentido, Diadermine cuenta con una gama específica para la piel de la mujer durante y después de la menopausia – entre los 45 y los 60 años, compuesta por crema de día, crema de noche y contorno de ojos. Su fórmula incorpora la fito-péptido-hormona, una innovadora combinación de activos que imita algunas acciones de las hormonas y, por tanto, ayuda a la piel a regenerarse en dos niveles. Por un lado, se estimula la producción de colágeno y ácido hialurónico y, por otro, se ayuda a aumentar el grosor y la densidad de la piel para mejorar su función barrera.
¿Cuáles son sus consejos para cuidar la piel a partir de los 50 años?
Como hemos comentado previamente, es muy importante seguir una rutina de limpieza y cuidado ya desde la juventud y seguirla sin interrupciones. Uno de los signos más visibles del paso del tiempo en la piel, además de la aparición de arrugas, es que la piel se vuelve más fina y delgada, y se reseca. Así, a partir de los 50 años, es conveniente utilizar productos que proporcionen no solamente hidratación, sino también nutrición intensa. Podemos empezar el día limpiando la piel con leche limpiadora y tónico y, a continuación, aplicar el contorno de ojos – dando suaves golpecitos alrededor de esta área; y finalmente, utilizar la crema de día – calentando una pequeña cantidad en las manos antes de masajear suavemente el rostro, el cuello y el escote. Por la noche, antes de acostarnos, debemos repetir los mismos pasos pero sustituyendo la crema de día por la crema de noche. Es importante utilizar la crema de noche porque es más nutritiva y aprovecha el período de máxima regeneración cutánea.
Al margen de la ayuda de la cosmética, ¿podemos echarle una mano a nuestra piel cambiando otros hábitos (tabaco, alimentación, etcétera)?
Sin duda. Mantener unos hábitos de vida saludables es muy importante para que nuestra piel luzca un mejor aspecto. No podemos detener el paso del tiempo a nivel biológico, pero sí podemos reducir sus efectos e influir sobre los factores externos que contribuyen al envejecimiento prematuro de nuestra piel. Si llevamos unos hábitos de vida saludables, con una dieta equilibrada y una alimentación variada, bebiendo mucha agua y evitando el tabaco, el alcohol y el estrés, y nos protegemos a diario de las radiaciones del sol, contribuiremos a mantener nuestro aspecto joven por más tiempo.