Grandes banquetes, comilonas, más alcohol del habitual, dulces... Esa es una de las caras de la Navidad. La faceta más relacionada con los excesos que, como no podía ser de otra manera, el 'invitado inesperado' son los kilos de más y, lo que es peor, el aumento de las cifras de presión arterial y los niveles de colesterol y triglicéridos. No queremos amargarte las fiestas, pero lo cierto es que, aunque estemos en Navidad, no hay que bajar la guardia y dejarse llevar por el ritmo vertiginoso que imponen estas fechas. La prudencia y el sentido común son nuestra mejor arma. Y es que, en las personas obesas o con sobrepeso, la hipertensión arterial es entre dos y tres veces más frecuente que en los individuos con un peso normal, por lo que es importante mantener la báscula a raya. Por ello, los expertos recomiendan en estas fechas moderar la ingesta de comidas copiosas y ricas en sal y grasas para mantener los objetivos de salud.
Controlar el peso para controlar la tensión
Pero además, “los pacientes hipertensos deben cuidar especialmente su dieta durante estos días, dado que son más propensos a tener exceso de peso”, señala el doctor José Luis Rodicio, presidente en funciones de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA). “La reducción de peso es uno de los factores más importantes del tratamiento de la hipertensión arterial hasta el punto de que, en algunos casos, basta con introducir pequeños cambios en el estilo de vida para mantener los objetivos de salud, sin necesidad de añadir medicación”, señala este experto.
Toma nota...
-Contención al día siguiente. Tras una comida especialmente copiosa o calórica, debes compensar con la siguiente. Así, si a mediodía has comido mucho, por la noche opta por cenar una pieza de fruta y un yogur.
-Muévete. Para aumentar el gasto energético, puedes aprovecha tus compras navideñas para desplazarte andando o da un largo paseo al día siguiente de una cena en la que te hayas excedido más.
-No te sientes en el sofá. Anímate a cantar y bailar tras las comidas y cenas, te ayudará a hacer la digestión y sentirte más ligero.
-Procura evitar el alcohol. Ten en cuenta que contiene muchas calorías.
-Comida sosegada. Come despacio y charla con la familia durante la comida o la cena esperando un minuto entre bocado y bocado, dejando descansar los cubiertos en el plato.
-Mide las cantidades. Sírvete la cantidad que te vayas a comer en tu propio plato y evita coger más de la fuente. Cuanto más pequeño sea éste mucho mejor para reducir la cantidad de alimentos. Además, en la medida de lo posible, evita comer de un plato común, ya que así puedes controlar mejor las porciones.