El antiguo soberano afirmaba en el comunicado que "la Familia Real y la sociedad rumana de estos tiempos necesitarán un dirigente bajo el signo de la modestia, bien equilibrado, con principios morales y siempre pensando en los demás" y un portavoz real aludió a una discrepancia entre los ideales de Nicolás y las normas de la Casa Real como razón del cambio de parecer