Antes de Diana de Gales habría sido difícil imaginar a una princesa abrazando a sus conciudadanos o agachándose para tocar, besar o abrazar a un niño pequeño. Los miembros más progresistas de las familias reales de hoy son herederos de su cruzada para hacer que la monarquía se mueva con los tiempos. Las damas reales más populares, como la reina Letizia, Rania de Jordania, Máxima de Holanda, Matilde de los belgas o Mary de Dinamarca, exudan dignidad real junto a la calidez de una madre que lleva a sus niños a la escuela, lo que realmente son la mayoría de ellas. Totalmente hechas al molde de Diana, nunca les parecen suficientes los abrazos ni los selfies con su público. En la imagen, la Reina mano a mano con los niños hospitalizados en el Niño Jesús