La princesa Mgdalena coronó su atuendo con la tiara de aguamarinas, conocida como Kokoshnik (en alusión a los típicos tocados rusos), que llegó a la Familia Real sueca a través de la reina Margarita de Connaught y la princesa Sibila se la dejó en herencia a la princesa Margaretha, hermana del rey Carlos Gustavo