Sofia Hellqvist se convertirá en Princesa cuando se case con Carlos Felipe de Suecia. Hasta entonces aprenderá de buenas maestras, la reina Silvia y las princesas Victoria y Magdalena, el futuro oficio principesco, aunque lo que es seguro es que no necesitará lecciones de solidaridad. Ya hace gala de la humanidad de una Princesa.
Ayer volvió a dejarlo patente. La prometida del príncipe Carlos Felipe asistió en un hotel de Estocolmo a la inauguración de una exposición vinculada con Project Playground, la iniciativa impulsada por ella desde hace unos años para ayudar a niños de los suburbios en Sudáfrica. Recollection es el título de la muestra realizada por el artista callejero estadounidense Shai Dahan, cuyos beneficios irán destinados a la organización, que cuenta ya con dos centros en Sudáfrica y planea la próxima apertura de uno nuevo.
Project Playground ayuda en la actualidad a unos 400 niños y ocupa buena parte del tiempo de Sofia, quien viaja varias veces al año a Sudáfrica para seguir de cerca las evoluciones de una iniciativa que ayer definió como "una parte de mi familia".
La Casa Real de Suecia anunció en junio pasado el compromiso de boda entre Carlos Felipe y Sofia, y aunque todavía no hay fecha, todo apunta a que el enlace se celebrará el próximo verano. La novia de Suecia se convertirá entonces en Princesa, pero la joven sueca no piensa abandonar el proyecto que tanto tiempo la ha ocupado ni a "sus niños". "Claro que voy a seguir trabajando, le he dedicado muchos años y mucho trabajo a esto", aseguró ayer durante la exhibición. Será la primera causa de muchas que vendrán.