Hasta este verano, a los príncipes Victoria y Daniel de Suecia no les ha importado alojarse durante la época estival en la habitación que Victoria tiene en el palacio de los reyes suecos en la isla báltica de Öland. Sin embargo, el próximo verano la situación será muy distinta, ya que junto a ellos estará su primer hijo, que la Heredera y su esposo esperan para marzo del año que viene.
Por ese motivo, la pareja ha decidido tener su propia casa de verano para cuando su hijo venga al mundo y han puesto en marcha las obras para erigir una nueva construcción en Solliden, en la misma isla y junto al palacio de Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. La próxima llegada de un nuevo miembro a la familia les ha convencido de la necesidad de contar con una residencia de verano propia en el lugar donde la familia real sueca pasa todos los veranos unas semanas, informó la revista Svensk Damtidning.
Victoria y Daniel no se alejarán demasiado de los reyes y del resto de la familia, ya que apenas los separarán unos pocos cientos de metros. La nueva residencia estará situada en el denominado "cerco de los ciervos", una zona apartada del terreno y lejos de las miradas de los curiosos.
Por otra parte, la Casa Real sueca ha confirmado que Victoria no viajará con su esposo de visita oficial a Estados Unidos a finales de octubre, como había sido anunciado, por motivos de precaución pensando en su embarazo. "Es un largo viaje con un programa muy apretado. Podría ser demasiado para la princesa. Su parto tendrá lugar a principios del año que viene", dijo al diario Expressen Bertil Ternet, portavoz de la Casa Real. Ternet resaltó que "nadie en la familia quiere correr riesgos, es una decisión unánime de su parte".
La princesa continúa con su agenda
Sin embargo, por el momento la princesa sigue cumpliendo con sus compromisos oficiales y, si el pasado viernes acudió con su marido al Parlamento para la apertura de la cámara después del parón vacacional, esta semana la pareja viajó en barco a Turku, Finlandia, para dos días de visita oficial. El matrimonio cumplió con una apretada agenda que incluyó una conferencia sobre cómo preservar mejor el mar Báltico, una visita a un museo de arte y al castillo de Turku para asistir a una cena en su honor, así como la librería de Logomo y a la universidad Åbo Akademi.
El miércoles, tras la visita de dos días a Turku, la Heredera se desplazó sola a la provincia sueca de Norrbotten para visitar Barents Rescue, unas jornadas de simulacro que reúnen a equipos de emergencias de Suecia, Noruega, Finlandia y Rusia. Acompañada por la directora general de la Agencia de Protección Civil Sueca, Helena Lindberg, la princesa voló desde Estocolmo en un avión-ambulancia y en la localidad de Jokkmokk asistió a un simulacro de un accidente ferroviario. Después del almuerzo, participó en varios talleres sobre cómo facilitar información a heridos y familiares, la colaboración en operaciones en el extranjero y cómo afrontar una situación traumática.