La Familia Real sueca casi al completo, con la excepción del príncipe Carlos Felipe, se vistió de gala para participar en una ocasión muy especial en Estocolmo. Los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia, acompañados por las princesas Victoria y Magdalena y el príncipe Daniel, recibieron a los diputados del Parlamento sueco en el Palacio Real, donde se ofreció una cena en su honor.
Si bien ellos no defraudaron, vestidos con traje negro, camisa blanca y pajarita, fueron las tres damas de la Familia Real quienes "reinaron" en elegancia. La reina Silvia deslumbró con un vestido verde esmeralda que realzó con un collar y unos pendientes de perlas; la Heredera, Victoria, se decantó por el malva con gargantilla y pendientes a juego y un recogido en el pelo; y la princesa Magdalena, por su parte, eligió un vestido gris perla y pendientes con forma de aro, y la melena suelta.
A la joven princesa se la pudo ver muy sonriente durante la velada, e incluso en determinado momento bromeando con su cuñado, el príncipe Daniel. Sin duda, un buen síntoma y un claro signo de que parece haber dejado atrás el dolor por su ruptura con Jonas Bergström, con quien se llegó a comprometer en agosto del pasado año.
Los cinco "royals" abrieron la velada dando la bienvenida a los cerca de 400 invitados en la Sala del Reino para asistir a un concierto, y después participaron en la cena, que se celebró en la Sala de Fiestas y en la Sala Bernadotte del palacio. Todos ellos degustaron un exquisito menú en el que no faltaron endivias a la brasa, chutney de higos con trufas, filete de reno con bayas y bavaroise de pistacho con merengue.