La visita oficial de cuatro días a Francia de los príncipes Victoria y Daniel de Suecia, con motivo del bicentenario de la dinastía Bernadotte en el país escandinavo, llega hoy a su fin, no sin antes haber tenido una de las citas más importantes de su agenda de viaje: su reunión en París con Nicolás Sarkozy y Carla Bruni.
El Presidente y la Primera Dama de Francia les esperaron a las puertas del palacio del Elíseo. Sarkozy llevaba un sobrio traje de chaqueta azul marino y Carla Bruni eligió un traje de chaqueta y pantalón en color perla. Los Príncipes suecos no se hicieron esperar: el príncipe Daniel vistió traje oscuro como su anfitrión y la Heredera lució un vestido negro escotado en la espalda con cuello barco de color blanco, al igual que los puños de las mangas, que estilizaba mucho su figura, y el pelo recogido en una coleta. Un conjunto acorde al chic francés. Ambas damas sabían que su primer encuentro acapararía la atención mediática, y no se equivocaron. Princesa y Primera Dama dieron muestra de su sintonía nada más saludarse con un derroche de confidencias, risas, atenciones continuas... y más risas y más gestos de aprecio para deleite de los fotógrafos, y, cada una a su estilo, reinaron en el Elíseo.
Victoria de Suecia se vio sorprendida por Sarkozy, quien cuando ésta le entregó la mano para estrechársela, él se la tomó y le dio un beso en un gesto caballeroso al que la Princesa sueca, algo sonrojada, reaccionó con risas. Un saludo cortés, pero también a una distancia prudencial, lo que algunos han considerado un rasgo de coquetería del Presidente, excesivamente sensible acerca de su altura. No fue ese el único detalle amable de Sarkozy para con los Príncipes. Horas antes les había prestado el avión particular del presidente para volar desde París a Pau -ciudad natal de Jean Baptiste Bernadotte, luego Carlos XIV Juan- para que así pudieran regresar a tiempo a la capital francesa.
Después de los protocolarios saludos y de posar juntos a las puertas del Elíseo, donde se mostraron muy relajados y estuvieron charlando animadamente, pasaron a uno de los salones, donde los cuatro, muy sonrientes, volvieron a fotografiarse juntos y estuvieron hablando un buen rato. Más tarde, Victoria y Daniel se trasladaron después a la Embajada de Suecia para celebrar allí una cena de despedida.
Este ha sido el primer viaje oficial que los Príncipes Herederos de Suecia hacen juntos y suponía el debut en el panorama internacional de Daniel Westling, quien se ha desenvuelto a la perfección.