La princesa Magdalena ha vuelto. Brilló anoche en Londres en su reaparición pública con ocasión de la cena de gala benéfica de la Fundación para la Infancia, la ONG que fundó y preside su madre, la reina Silvia. Reinó otra vez, pero no era una ocasión más: se trataba de su primer acto oficial tras su ruptura en abril con su prometido, Jonas Bergström. La Princesa decidió tomarse unas vacaciones en Estados Unidos y suspender toda su agenda oficial tratando de evitar así el acoso de los medios. Desapareció de la vida pública y no regresó a Suecia hasta unos días antes de la boda de su hermana mayor, la princesa Victoria, y Daniel Westling, que se casaron el pasado 19 de junio en Estocolmo. Pero entonces tuvo un papel secundario y no estelar como anoche.
La hija menor de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia llegó sonriente y puntual al exclusivo The Northumberland, donde se celebró la gala, y se dejó fotografiar en la alfombra roja, si bien rechazó hablar con los medios de comunicación. Fue la primera en llegar al lugar, ya que actuaba de anfitriona y tenía que estar preparada para recibir a todos los invitados. A la gala, en cuyo programa figuraban una cena, música en directo y una subasta benéfica, estaban invitadas unas 200 personas, entre ellos Nicolás de Grecia y su prometida,Tatiana Blatnik.