Victoria de Suecia ha abandonado temporalmente sus cómodas dependencias palaciegas para vivir como una soldado más durante tres semanas en una simple tienda de campaña con un grupo de 43 alumnos que deben prepararse militarmente para servir al país en el extranjero en el cuartel de Swedint, Almnäs ( Södertälje).
Así, tal y como había sido anunciado por la Casa Real, y en ausencia de sus padres, los Reyes de Suecia, que se encuentran de viaje por Oriente, la princesa Victoria ha comenzado a cumplir, desde el pasado lunes junto a otros 50 compañeros (hombres y mujeres) con su servicio militar en este cuartel del sur de Estocolmo. Un enclave en el que recibirá formación como soldado y será tratada, como al resto de sus compañeros, sin ningún tipo de distinciones: vivirá en tiendas de campaña (en el ala de las mujeres), cocinará su propia comida, saldrá de maniobras con un rifle de asalto AK-5 y aprenderá, además de las reglamentarias técnicas de supervivencia, cómo defenderse en caso de tener que convertirse en médico en el campo de batalla.
Formación como futura Soberana
La carrera de Victoria de Suecia hacia un destino excepcional(marcado por su propio nacimiento)es imparable y absolutamente ejemplar, tal y como ha quedado demostrado los últimos meses. Una época en la que, finalizados sus estudios universitarios, la Princesa pudo intensificar su formación como futura soberana realizando, entre otras muchas tareas, prácticas en el Consejo Sueco de Economía en Berlín, en la delegación diplomática de París y en SEB, un banco sueco.
Faltaba, sin embargo, en su impresionante currículo más allá de la preparación académica, una mínima formación militar y esa es la parte en la que la Princesa empieza a defenderse en este momento. De hecho, una vez cumplido este breve servicio militar,la heredera de la Corona sueca recibirá un certificado con el que se le autorizará a participar en la misión de paz de Kosovo. Un enclave de los Balcanes (protectorado de las Naciones Unidas) en el que la Princesa además de recibir, el pasado verano, un curso militar intensivo se convirtió en testigo directo del horror y la tragedia entre las ruinas de la guerra.