"Pero aquella crisis me afectó en todos los frentes... Resulta difícil, casi imposible, tanto defender a los otros como soportar los agravios a una misma. Las mentiras que se repiten continúan en el futuro y acaban convirtiéndose en verdades. Y yo, tan insegura entonces, me encontraba en un tren acelerando directamente cuesta abajo... Tuve problemas de anorexia y era consciente de ello. Mi miedo era enorme. Yo, Victoria, no me encontraba. Parecía como si todo en mi vida y alrededor de mí estuviera controlado por otro u otros. Lo único que podía controlar era la comida que ingería. Odiaba mi aspecto... ¡Me veía horrible!".
"Puedo vencer cualquier obstáculo"
"En Estados Unidos aprendí que realmente podía superar cualquier escollo. Por primera vez me di cuenta de que podía cumplir con mi papel de Princesa heredera sin necesidad de reprimir mi otro yo. Y sucesivamente desapareció el miedo a no hacerlo bien. He aprendido a conocerme a mí misma, escucho mis propias señales y puedo lograr mi propio bienestar. Siento una enorme fuerza que antes no conocía".
"Soy muy consciente de lo mal que lo pasé. Y hoy estoy agradecida porque todo ocurriera como ocurrió. Gracias a la familia, a los amigos y a la ayuda profesional, que recibí en Estados Unidos, he aprendido tanto sobre los otros, la vida y especialmente sobre mí misma. Ahora ya he pasado la experiencia. Aquello que sucedió me resultó difícil afrontarlo, pero debía hacerlo. Ahora me encuentro bien y con el bagaje que he adquirido con todo esto espero poder ayudar a algún otro".