Si hay al menos un día al año digno de celebración, en el que los nuestros nos recuerdan lo que nos quieren y en el que los sentimientos se desbordan no es otro que el de nuestro cumpleaños. Por eso la Familia Real noruega se reunió ayer al completo para celebrar como merece el 75º cumpleaños de los reyes Harald y Sonia. Tanto él como ella cumplen los mismos años, por lo que se eligió la fecha de ayer para unir ambas celebraciones: el soberano noruego, nacido el 21 de febrero de 1937, lo festejaba con retraso, mientras que su esposa, que no los cumplirá hasta el 4 de julio, con antelación.
Pero no se notaron los desplazamientos en el calendario, porque todos se ocuparon de que el postizo cumpleaños de los Reyes fuera inolvidable. La celebración discurrió a lo largo del día con varios actos en su honor. El ayuntamiento de Oslo invitó a 3.300 niños de guarderías de Oslo a participar en el festejo popular en la plaza del Palacio Real, donde los pequeños recibieron de los empleados de la corte bollos y zumo gratis. Allí, junto con otros cientos de personas, los niños -muchos disfrazados con coronas y diademas para la ocasión- presenciaron el espectáculo protagonizado por la banda de música de la Guardia Real, que interpretó el célebre Congratulatios de Cliff Richards. Esa fue la canción que quedó en segundo lugar en Eurovision en 1968 (ganó España con el La, la, la de Massiel), precisamente el año en que los reyes Harald y Sonia se casaron.
Luego, miles de personas le cantaron la canción de cumpleaños a los reyes, que salieron a saludar al balcón de palacio acompañados por su familia, incluidos los príncipes y sus cónyuges y sus cinco nietos, además del joven Marius, hijo de una relación anterior de la princesa Mette-Marit. Especialmente entusiasmados se mostraron los nietos, con la princesa Ingrid Alexandra a la cabeza, aplaudiendo a rabiar cuando todos cantaban Hurra por ti que cumples años.
Tras una ceremonia religiosa en la catedral de Oslo, las celebraciones culminaron con un concierto gratuito celebrado en el techo de la ópera de Oslo, organizado por el Gobierno noruego. El propio primer ministro, Jens Stoltenberg, recibió a los Reyes a su llegada y pronunció un discurso en su honor ante miles de personas. "Querido rey Harald, querida reina Sonia. Estamos infinitamente contentos con vosotros. Estamos tan orgullosos de vosotros. Que vivais felices por muchos años. ¡Felicidades!", dijo Stoltenberg. Aparte del acompañamiento musical de la orquesta filarmónica, los Reyes recibieron un sobre lleno de felicitaciones de niños noruegos y contemplaron saludos grabados en vídeo de populares artistas y deportistas. Un broche de oro que consiguió arrancar sonrisas y lágrimas a todos.