Mette-Marit de Noruega, una princesa radiante en blanco y negro
Sus últimos 'looks' es estos colores han sido todo un acierto
Puede que sea por su bronceado, por sus "looks" de este verano, por el maquillaje o porque acaba de celebrar su décimo aniversario de boda con Haakon de Noruega, pero lo cierto es que la princesa Mette-Marit ha estado radiante en sus últimas apariciones. Después del duro golpe que sufrió a finales de julio, cuando su hermanastro resultó ser una de las víctimas de los atentados de Oslo, la princesa ha recuperado la sonrisa y se ha centrado en su trabajo y su familia para olvidar esta dura pérdida.
Esta semana hemos podido verla en la recepción del presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, y su esposa Tobeka, que estaban de visita oficial en Noruega. Para la ceremonia de bienvenida, que tuvo lugar en el Palacio Real, Mette-Marit eligió un vestido y un abrigo por encima de la rodilla de color blanco, uno de sus colores preferidos a la hora de vestir, y adornó su recogido con un tocado de color negro, además de pintarse los labios en un tono fucsia. Y es que el blanco y los tonos pastel favorecen mucho a la princesa y últimamente se decanta por ellos a la hora de vestir, como el que lució en las celebraciones de su décimo aniversario de boda.
Un día después, Haakon y Mette Marit pusieron rumbo a Suiza, donde participan en One Young World, una cumbre internacional para impulsar el pensamiento y las iniciativas de los jóvenes líderes del futuro que se celebra estos días en Zúrich. Haakon fue el encargado de abrir una de las conferencias, con un discurso en el que resaltó la importancia de valores como la solidaridad y la unidad en una sociedad, tomando como punto de partida los atentados que hace un mes sacudieron Noruega.
Personalidades como los premios Nobel de la Paz Desmond Tutu y Muhammad Yunus, o el músico británico Bob Geldof compartirán sus experiencias hasta el próximo domingo con los cerca de 1.200 líderes reunidos en Zurich y discutirán temas como la salud, el medio ambiente y el diálogo entre las religiones.
Para acompañar a Haakon a esta cumbre, la princesa se decantó por un ajustado vestido negro con el cuello y las mangas de encaje, combinado con zapatos de charol de color "nude". Volvió hacerse un moño con la raya en medio y a pintarse los labios de color fresa y sin duda, volvió a acertar con este "look".